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Candás tropieza con el monte Fuxa

La prórroga presupuestaria impide a Fomento afianzar la ladera del paseo marítimo de la villa, que puede sufrir nuevos argayos con las fuertes lluvias

Al fondo, el argayo de 2013 que aún sigue sin arreglarse, detrás de la vivienda desalojada. M. G. SALAS

Candás tropieza una vez más con el monte Fuxa. La prórroga presupuestaria impide ahora al Gobierno del Principado iniciar las obras para afianzar la ladera del paseo marítimo, que exige una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) de diciembre de 2014. Dada esta situación, la Consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente asegura que buscará "por todos los medios" una solución presupuestaria para ejecutar los trabajos, que cuestan 300.000 euros.

El proyecto contempla, entre otras actuaciones, la colocación de una barrera estática sobre muros de hormigón ya existentes para la contención de desprendimientos a pie de talud, la construcción de nuevas estructuras de contención, y la instalación de una red de cable y malla de triple torsión.

Las obras acumulan un retraso de un año desde que se dictó la sentencia y de casi tres desde el gran argayo de marzo de 2013, que obligó a desalojar una vivienda y a cerrar al tráfico el paseo marítimo. El principal temor que hay en el pueblo es que los argayos se repitan este invierno a causa de los temporales. De hecho, el desprendimiento de 2013 se produjo después de un período intenso de precipitaciones, como el que está afectando ahora a toda Asturias. La montaña que protege la fachada marítima de Candás está formada por areniscas que se desprenden con facilidad por acción del viento o de la lluvia.

En los últimos años, la vía costera que conecta la capital de Carreño con la parroquia de Perlora registró tres deslizamientos de tierra de mayor gravedad. Se da la circunstancia de que todos afectaron a la casa desalojada de la calle Astilleros, propiedad de Alicia Prendes y Antonio Vázquez. Su familia mantiene una batalla judicial con el Ayuntamiento, al que le exige reparar el argayo que todavía mantiene taponada la vivienda. Tanto el gobierno municipal como el regional, ambos del PSOE, mantuvieron desde el inicio de la polémica la misma posición: "El dinero público no va a solucionar un problema privado".

El Juzgado de lo Contencioso-administrativo número 1 de Gijón les dio la razón el pasado mes de diciembre al considerar el juez que el Consistorio carreñense no fue responsable del argayo. El tribunal argumenta que los dueños de la casa no exigieron al propietario del monte -es privado- la adopción de medidas para garantizar su seguridad ni emplearon los 21.000 euros aportados por el Ayuntamiento para estabilizar su zona. El proyecto de la Consejería de Infraestructuras incluye el afianzamiento de toda la ladera del monte Fuxa, menos la que se encuentra justo detrás de la vivienda desalojada y origen del problema. Una decisión que no convence a la Asociación de Vecinos de Candás.

El primer argayo tuvo lugar en el año 2000 y afectó al inmueble de la calle Astillero, construido en 1947. Según un informe, la causa fue la construcción de unos apartamentos turísticos en la parcela colindante, para los que se vaciaron de forma inadecuada la ladera del monte. La empresa que realizó las obras fue condenada a asumir el asentamiento de la ladera, aunque finalmente se entregó a la propietaria de la casa la cantidad de 21.000 euros para que acometiese las actuaciones necesarias por su cuenta.

Posteriormente, hubo otro deslizamiento de tierra, en 2010, que dañó el garaje de la vivienda y abrió un debate en la Corporación carreñense. El gobierno socialista anunció entonces que iba a denunciar a la Dirección de Carreteras por una "incorrecta cesión" del vial del paseo marítimo de Candás. Alegaba que el convenio, con fecha 7 de noviembre de 2007, incluía como requisito indispensable que el camino se encontrase en condiciones óptimas. Sin embargo, esa denuncia no se efectuó hasta 2013, año en el que el problema volvió a salir a la luz a causa de un nuevo argayo, el mayor registrado hasta la fecha, que obligó a cerrar el paseo marítimo y a desalojar una vivienda.

El incidente se convirtió en objeto de polémica por la negativa del gobierno municipal a arreglar el desprendimiento de la casa desalojada y mantener cerrada al tráfico la carretera durante un año, incluyendo el verano. La oposición llevó, pleno tras pleno, mociones para pedir su reapertura, e incluso reclamó la dimisión del alcalde de entonces, el socialista Ángel Riego. Por su parte, los vecinos organizaron una manifestación en apoyo a la familia afectada.

La vía se reabrió finalmente en marzo de 2014, habilitando un carril al tráfico para facilitar la estabilización de parte de la ladera. Los trabajos consistieron en el levantamiento de un muro de contención de 38 metros de longitud, que sirvió para solucionar el problema de forma temporal.

Los técnicos del Ayuntamiento de Carreño ya anticipaban en un informe de 2010 las malas condiciones del monte y recomendaban al Alcalde que o bien devolviese el paseo al Principado o demandase a la Administración regional por incumplir las condiciones de cesión de la carretera. La sala de lo Contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Asturias estimó finalmente el recurso presentado por el Ayuntamiento de Carreño en diciembre de 2014 e instó a la Consejería de Infraestructuras a asumir el afianzamiento de las laderas del monte.

Pese a ello, el Principado sigue sin acometer las obras. Mientras, los vecinos Alicia Prendes y Antonio Vázquez continúan sin poder regresar a su casa y viviendo una pesadilla de casi tres años. Una reciente sentencia del TSJA les exime de reparar el argayo, tal y como les exigía el concejo por medio de una resolución de Alcaldía, que el juez ha dejado sin efecto. Con todo, parece que el monte Fuxa seguirá dando guerra en Candás.

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