La gerente del Consejo Regulador de Denominación de Origen Protegida (DOP), Reyes Ceñal, está satisfecha con los resultados de la última campaña. No es para menos porque la cosecha de manzana de sidra superó a la de 2014 en un 70%. Los llagares mayaron 3.769.754 de kilos de fruta. Fue un 45% más que la de 2013. También han incrementado las ventas en un 4% con respecto a 2014, cuando ya habían aumentado un 20% sobre las del año anterior. El reto de Denominación de Origen Protegida es seguir creciendo y buscando nuevas cuotas de mercado.
-¿Una buena campaña?
-Los datos son todos positivos. Aunque los datos de la cosecha son importantes, lo son más los de ventas porque demuestran que la sidra de Denominación de Origen se está consolidando. Las ventas se han incrementado en un 4% en 2015 y en un 20% en 2014. Es el indicador más importante.
-¿Cuál es el principal mercado de esta sidra de calidad?
-El producto se está asentando en el canal HORECA (Hoteles, Restaurantes y Cafeterías), que es donde tenemos mayor representación. Es el principal canal de venta de este producto y en el que hay una mayor demanda. El reto es seguir creciendo y buscar una presencia aún mayor. Ha sido un camino lento y difícil, pero las empresas han logrado consolidar el producto. En 2004 la venta de botellas era de poco más de 300.000 y el año pasado fueron 1.738.000.
-¿En qué otros mercados quieren crecer o entrar?
-El reto es buscar otros canales donde la sidra en general tiene penetración y la venta de DOP tiene mucho por desarrollar, como el canal de alimentación: grandes superficies y supermercados. De momento, tenemos una presencia aún muy pequeña y la marca de DOP debe estar en esos lineales.
-¿Cómo van las exportaciones de sidra de DOP?
-Debemos realizar un análisis muy minucioso y hay que tener en cuenta los recursos disponibles y plantear una estrategia a medio-largo plazo para aquellas sidras que deseen apostar por la marca de calidad en colectivo. El consumo de sidra está creciendo en general en Estados Unidos y en Canadá, así como en algunos países de Europa y de Centroamérica. Pero la presencia de la DOP, aunque existe, es aún muy reducida. Pero estos son nuestros canales objetivo.
-¿Qué proyectos tienen previstos para conseguirlo?
-Todavía estamos analizando los datos de 2015, para desmenuzarlos y desarrollar un plan estratégico. Las empresas deberán ser las que nos digan hacia dónde quieren ir y luego se podrán desarrollar las acciones operativas.
-La de este año ha sido una "cosechona", ¿cómo la valora?
-En 2015 se incrementó en un 70% y ha sido una cosecha récord, incluso si la comparamos con la de 2013. La verdad es que en septiembre no me esperaba estos resultados, las previsiones de los elaboradores eran muy inferiores. Hubo una gran cantidad de manzana y los elaboradores de sidra de DOP decidieron absorberla por varios motivos. Hubo una gran oferta de materia prima y los elaboradores decidieron mayar lo posible en función de sus capacidades. Muchos, incluso, tuvieron que comprar depósitos para absorber esa gran oferta produciendo por encima de su capacidad habitual. Pienso que ha habido un esfuerzo por parte de varios elaboradores con los productores, y así y todo no se pudo absorber toda la producción de las fincas inscritas en el Consejo Regulador de DOP.
-Para usted, ¿cuál es el futuro de la sidra y el de la de DOP?
-El futuro de la sidra pasa por lo que el consumidor demanda y el elaborador está dispuesto a ofrecerle. En el caso de la sidra de DOP, el reto es ajustarse a esa regla e intentar hacerlo lo mejor posible, siempre ajustándose al pliego de condiciones y a la ley general. Hasta 2014, la sidra de Denominación representaba el 5% del mercado. Los elaboradores ya han hecho una declaración de intenciones, han producido más para llegar al consumidor que demande el producto esté donde esté. Quieren diferenciarse en el mercado y quien ofrezca mayor variedad de productos con calidad, más posibilidades tendrá de éxito.
