El concejo de Bimenes es el ejemplo en Asturias de una apuesta real por el bable. Así lo destaca el responsable del Serviciu de Normalización Llingüística de la Comarca de la Sidra, Pablo Suárez. Este año se celebrará la vigésima fiesta de la Oficialidá de la Llingua Asturiana y el alcalde yerbato, Aitor García Corte, aprovechará para volver a declarar la oficialidad del asturiano en Bimenes. Lo hará porque cuando en julio de 1997 se hizo por primera quedó invalidado al no ser una competencia municipal y sí autonómica.

Pero aunque la oficialidad del asturiano en Bimenes es sólo una declaración de intenciones, para los yerbatos significa mucho más. "Sirve para tener dignidad. Es la lengua vehicular que tenemos", aclara Aitor García. Los vecinos del concejo tienen interiorizada su normalización y uso, además de sentirse orgullosos de ello y de abanderar en la región una causa por la que, aseguran, aún hay mucho que pelear. En Bimenes iniciaron hace años el camino y lo siguen haciendo paso a paso. Por ejemplo, el filólogo Pablo Suárez imparte clases a los funcionarios municipales, a las que también asisten el alcalde y los concejales.

"Vamos caminando a una oficialidad necesaria y de la misma forma que fuiste a clases para saber y dominar el castellano, pues lo mismo, con el asturiano", tiene claro Aitor García. Aclara que esta interiorización de la lengua materna la reflejan también en la práctica porque los bandos en Bimenes se publican en bilingüe, al igual que los anuncios o la publicidad de las actividades que ponen en marcha. Incluso las solicitudes municipales están escritas en asturiano, al igual que las carpetas en las que la corporación guarda los documentos del pleno o los calendarios editados por el Ayuntamiento. El regidor es el primero en dar ejemplo. Habla en bable. Algo tendrá que ver que milite en el Partíu Asturianista (PAS). Tampoco es casualidad que sea precisamente Bimenes el único concejo en el que esta formación tiene representación municipal y, además, gobierna.

Aunque la Comarca de la Sidra es un territorio eminentemente rural y en el que predomina el uso de la llingua, aún hay que seguir trabajando para lograr su normalización, apunta Pablo Suárez. Desde el departamento que él coordina organizan cursos de asturiano y actividades para promocionar la literatura autóctona. Además, ofrecen un servicio de traducción para los ayuntamientos. El objetivo es "prestigiar su uso y normalizarlo", indica Suárez.

Asimismo, se trata de un mecanismo para la conservación de esta lengua ancestral. "Quienes tienen un nivel de amestáu normal se ponen en seguida al día para saber usar un asturiano más puro o normativo", indica el filólogo. Sostiene que "su normalización depende de la voluntad política", aunque cree que en la Comarca de la Sidra hay "sensibilidad social con la llingua". Cree que el "principal reto es incrementar el uso público por parte de las administraciones y concejos", como hacen en el yerbato. Pablo Suárez concluye resaltando que "el asturiano es un patrimonio cultural y nuestra responsabilidad es conservarlo", además, aprecia un "proceso de pérdida del uso del asturiano en la gente joven".