La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La comarca busca la profesionalización del cultivo de la faba y la manzana de mesa

El grupo de desarrollo pretende adaptar el modelo del kiwi: crear una asociación, homogeneizar el producto y buscar canales de comercialización

Recogida de kiwis en Forcinas. SARA ARIAS

El grupo de desarrollo rural Bajo Nalón (que abarca Pravia, Muros, Soto del Barco y Castrillón) ha advertido el interés de los emprendedores por los cultivos profesionales de faba, castaña y manzana de mesa al tiempo que recoge el interés de los propietarios por poner sus terrenos a disposición de los agricultores. El objetivo es profesionalizar los cultivos en base al modelo productivo del kiwi y los pequeños frutos, que ha dado buenos resultados en la zona.

"Somos un caso atípico en el contexto regional porque tenemos una agricultura profesional que queremos llevar a otros cultivos, que son un nicho de desarrollo en torno a una actividad agraria que genera desarrollo económico, un sector servicios, comercialización y transformación", explica Juan Antonio Lázaro, gerente del grupo.

El proyecto se sustenta en tres pilares definidos. En primer lugar, el grupo impulsará la profesionalización de estas producciones mediante la creación de una asociación. "Es necesario que el colectivo tenga fuerza y sea un interlocutor válido ante las administraciones", detalla. El segundo paso es homogeneizar el producto y aumentar el volumen de producción. Por último, es necesario garantizar la comercialización con precios competitivos.

Además, Lázaro indica un cuarto pilar, "generar valor añadido mediante la transformación y aprovechamiento del material de estrío". Sin embargo, en muchas ocasiones la manipulación de los productos no genera mayores beneficios a la producción, como es el caso de la mermelada de kiwi, más barata que el fruto.

La mayoría de los interesados en iniciar estas producciones son jóvenes con profesiones radicadas en el medio urbano, por lo que necesitan una formación integral agraria, así como capacitación como gestores de una empresa. Una formación que recibirán a través del grupo, que también ayudará a establecer contactos comerciales, ofrecerá una línea de ayudas para la explotación, a través de los fondos europeos Leader, y gestionará el acceso de los emprendedores a los terrenos.

Este último es uno de los principales escollos del proyecto, aunque en los últimos meses Lázaro explica que han recibido llamadas de propietarios para poner fincas a disposición del grupo. "También hay que potenciar el Banco de Tierras y la concentración parcelaria, como se hará en la vega de Los Cabos, y tenemos que pensar el aprovechamiento combinado de los bosques entre el sector forestal y el agrario", precisa.

El objetivo del grupo es profesionalizar el cien por ciento de la actividad agraria de la comarca, pero el reto también incluye obstáculos para cada una de las producciones, de ahí que el modelo a implantar debe tener en cuenta su sistema de producción. Por ejemplo, el cultivo de faba se destina prácticamente en su totalidad al autoconsumo o a la venta con un volumen reducido dedicada al comercio de proximidad. Así es que se está generando una gran demanda entre cooperativas y comercializadoras por este producto tradicional asturiano.

También la manzana de mesa encara sus propios retos. "Es un modelo productivo que se va a volumen y no a la calidad con destino la elaboración de sidra", precisa Lázaro, "mientras que hay alguna excepción de productores de manzana de mesa que están dando resultados excelentes".

Compartir el artículo

stats