El colegio Nuestra Señora de Covadonga de Noreña instaurará la jornada continua a partir del próximo curso escolar. La propuesta impulsada por la Asociación de padres y madres (AMPA) del centro de cambiar el modelo actual de jornada partida por una continua concentrada por la mañana recibió el apoyo del 64% del censo, superando así las tres quintas partes exigidas por la Consejería de Educación para acometer cambios en la jornada lectiva.

Para la votación, que se celebró el martes, estaban llamados 305 padres y madres de unos 300 alumnos, según datos aportados por la dirección del centro, aunque finalmente pasaron por la urna instalada en las oficinas del colegio unas 242 entre las diez de la mañana y las seis de la tarde. Un 80% de los representantes legales de los alumnos que fueron a votar, concretamente 195, lo hicieron de manera favorable al cambio, mientras que el otro 20%, 47 padres, optaron por mantener la jornada partida.

A pesar del apoyo masivo a la jornada continua, la propuesta salió adelante con un escaso margen del 4%, pues para este tipo de decisiones no se tiene en cuenta la participación, sino el censo y la normativa regional fija el apoyo mínimo necesario en un 60% del censo, por lo que se precisaban más de 183 votos favorables de la modificación horaria. Barrera que fue sobrepasado por una docena de sufragios. El equipo directivo comunicó ayer que, atendiendo a los resultados, se trasladará la propuesta al Consejo Escolar y la dirección general competente de la Consejería de Educación para su aprobación definitiva, con el fin de iniciar el próximo curso con el formato de jornada continua.

Del mismo modo, la dirección del colegio quiso tranquilizar a los padres que se mostraron en contra del cambio y favorables a la continuidad de una jornada partida, que consideraban más ventajosa para sus intereses. "La nueva jornada no va a mermar ninguno de los servicios que presta actualmente el colegio", asegura el centro noreñense.

La opción tomada por la mayoría de los progenitores supone pasar del horario lectivo actual -que comprende de diez de la mañana a una de la tarde y de tres a cinco de la tarde- a unas clases que se desarrollarán de manera continuada entre las nueve y cuarto de la mañana y las dos y cuarto de la tarde. Hasta ahora se incluían dos horas entre la una y las tres de la tarde para comedor y actividades extraescolares que luego se retomaban desde la salida de las clases, a las cinco, hasta las seis y media. A partir del próximo curso el servicio de comedor se mantendrá con un horario de dos y cuarto a tres y media de la tarde, y habrá un periodo de vigilancia de profesorado y actividades extraescolares fijado entre las tres y media y las cinco y media de la tarde.

De esta forma se pone punto y final a un proceso que se inició con una consulta realizada entre los padres hace unos meses en la que quedó patente la voluntad mayoritaria de fijar un horario continuo como ocurre en la mayoría de centros escolares de la región. Una postura que no es compartida por todos los padres, pues un sector minoritario se opone al cambio con el argumento de que había elegido precisamente el centro por contar con una jornada partida que permite a los niños pasar más tiempo en el colegio y facilitar la conciliación laboral y familiar de sus progenitores.