"Lo principal para cantar en un coro es querer, tener ganas de cantar". Así se dirigía ayer el director del coro "San Félix" de Lugones, Iván Carriedo, al numeroso público que acudió a la casa de cultura de la localidad para participar en la jornada de puertas abiertas organizada por la formación musical. Una actividad dirigida a dar a conocer sus actividades y, en la manera de lo posible, atraer a nuevas voces al coro, pero que sirvió además para que los asistentes pasasen una tarde agradable y para que algunos venciesen su miedo escénico.

Porque durante la jornada, articulada como un ensayo abierto, Carriedo animó a los asistentes a que se sumasen al coro para interpretar algunas piezas. Una petición que surtió efecto, ya que la participación del público llegó, por momentos, a duplicar los efectivos del coro, que cuenta con 22 voces (14 mujeres y 8 hombres).

Una canción infantil de Mozart fue la pieza elegida por Carriedo para introducir al público a la música coral. Con la duplicada formación dividida en tres grupos, Carriedo fue alternando las voces hasta lograr una interpretación más que digna, lo que motivó a los participantes.

"Es una canción que Mozart compuso en su juventud más extrema. Si pensamos que es una canción infantil puede parecer poca cosa, pero estamos hablando de una composición de Mozart, que no es poca cosa", afirmó Carriedo, al finalizar la interpretación, para hacer ver a los participantes lo que habían logrado.

Una de las intérpretes ocasionales era María José Fernández: "Canto en San Pablo y me apeteció subir al escenario. La verdad es que es una gran iniciativa, estoy disfrutando", afirmaba, tras bajarse de las tablas. En cambio, María Victoria Burán prefirió ver los toros desde la barrera y se mantuvo en el patio de butacas: "Yo es que canto muy mal. Pero me lo estoy pasando muy bien", explicaba.

Además de estas intervenciones del respetable, Carriedo descomponía las canciones para ir mostrando, paso a paso, los diferentes niveles que es capaz de lograr un coro entrenado. Algo que hizo, sin ir más lejos, con la pieza tradicional "A mí me gusta la gaita", para deleite de los asistentes.