Este año se cumplen 20 de la apertura del Museo de la Sidra. Los navetos tuvieron el honor de que fuera el entonces Príncipe de Asturias -hoy el rey Felipe VI- quien inaugurara las instalaciones, que hoy atraviesan una difícil situación económica. Coincidió con la entrega del galardón "Pueblo Ejemplar" en 1996 a la comunidad vecinal de Nava. Fue un año clave para la Villa de la Sidra. Al entonces alcalde, Julián Fernández Montes (PAS), le tocó dotar de contenido y poner en marcha el museo y al actual, Juan Cañal, le corresponde sacarlo del declive que vive desde hace años.
Julián Fernández Montes recuerda que el proyecto de poner el marcha el museo se gestó cuando era teniente de alcalde del gobierno de coalición con el PSOE, en el que el regidor era Emilio Ballesteros (padre del alcalde en el último mandato). Ballesteros negoció con el consejero de Agricultura, Jesús Arango, que las instalaciones museísticas se instalaran en la Villa de la Sidra. Entonces suscitó cierta piquilla con Villaviciosa. A Fernández Montes le tocó luego como alcalde acometer su puesta en marcha y generar los contenidos.
"Teníamos claro que el Museo de la Sidra era de Asturias, no de Nava y nuestra fijación era evitar localismos e involucrar al sector sidrero", destaca. Pasaron a formar parte de la Fundación de la Sidra, que se encarga de su gestión, los principales ayuntamientos de la región, además de los de la Comarca de la Sidra, el Principado y los productores. "Ésa fue la filosofía de la Fundación", reitera. Eran años de bonanza, en los que disponía de financiación. "El alcance de la Fundación implicaba más: investigación y promoción, que hay que ir alimentando con trabajo y dinero", apunta. También entregaban el premio Fundación de la Sidra.
Han pasado 20 años y el museo sigue igual. "Todo lo que pones en marcha hay que modernizarlo permanentemente. Si no, se arruga como una manzana", resalta Fernández Montes. "Veo Asturias con falta de proyectos a corte, medio y largo plazo. No sabemos hacia dónde caminamos. A Nava le pasa lo mismo", remarca el exregidor.
Julián Fernández Montes manifiesta que "el museo tiene que ir a mayores. Hay muchas cosas que hacer". Además del lógico aprovechamiento turístico insiste en la formación, en la que debe implicarse también la Universidad de Oviedo, en la que echa en falta estudios de enología, así como cursos de distinta índole vinculados con la sidra.
"El museo evolucionó muy poco. Las instalaciones son las mismas que hace años", lamenta el alcalde naveto, Juan Cañal. Su labor se tiene que centrar en "modernizar, buscar promoción y mejorar la gestión". Buscará más apoyo regional porque "el Museo de la Sidra es uno de los principales de Asturias y no podemos dejarlo morir".
"Como cronista oficial de Nava y como naveto estoy preocupado y sería necesario una solución satisfactoria", apunta Leocadio Redondo Espina, que tiene gran vinculación con el museo porque, por ejemplo, es donde en los últimos años ha expuesto su obra pictórica.
