La emblemática fiesta polesa de Comadres cruzó el charco. La localidad boliviana de Tarija, la séptima más poblada del país con más de 205.000 habitantes, celebra desde tiempos inmemoriales una versión propia de la fiesta, que al igual que en Pola de Siero se celebra de jueves y anticipa los carnavales. Una celebración que ya centró, hace más de quince años, un intento de trazar un hermanamiento entre las localidades boliviana y asturiana, que ahora la Sociedad de Festejos de Pola de Siero insta a retomar.
Los orígenes de la fiesta boliviana y sus vínculos con la polesa han sido estudiados por el etnólogo del país Elías Vacaflor Dorakis, quien no duda en asegurar que Pola de Siero es "la cuna" de la fiesta de Comadres, y reflexiona sobre la posibilidad de que la fiesta fuese importada a Bolivia ya a finales del siglo XVI, cuando se fundó la villa de San Bernardo de la Frontera de Tarija, germen de la actual ciudad.
Aunque Comadres también se celebra en otros departamentos de Bolivia y en algunos núcleos de Argentina, el etnólogo defiende las singularidades de la fiesta de Tarija, donde se mantiene el carácter femenino y su condición de apertura de las carnestolendas (en concreto del "Carnaval Chapaco"), y sus vínculos con la celebración asturiana. Porque algunas cualidades han sido adaptadas al contexto boliviano, a su gastronomía y su música.
Tal y como relata Vacaflor Dorakis en su estudio "La fiesta de Las Comadres", en Tarija las participantes comparten una torta, en lugar del bollu preñau de la Pola, y los instrumentos andinos se han abierto paso hasta configurar una tradición musical propia.
El propio Elías Vacaflor Dorakis remitió, días atrás, un fax al Ayuntamiento de Siero para invitar al alcalde, Ángel García, a acudir a Tarija para celebrar con ellos la fiesta de Comadres, que se celebra del 2 al 5 de febrero, solapándose con la celebración polesa. Sin entrar en la conveniencia de aceptar la invitación, el presidente de la Sociedad de Festejos de Pola de Siero, Jenaro Soto, insta a García y al resto de la corporación a profundizar en las relaciones con Tarija, iniciadas durante el mandato de José Aurelio Álvarez (1995-1999), a fin de concretar un hermanamiento. "Es algo que nos ilusionaría mucho, y podría servir para lograr la declaración de Patrimonio Oral e Intangible por la Unesco, como reclaman en Tarija", sostiene Soto.
