La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

"Aquí tienes de todo muy cerca y encima te acogen bien", dicen los nuevos residentes

Los llanerenses de adopción que hacen crecer el censo llegan atraídos por las comodidades y la buena ubicación

La población de Llanera ha revertido a principios de este año su tendencia a decrecer de los últimos años y lo ha hecho gracias a los llanerenses de adopción, aquellos vecinos de otros territorios que decidieron trasladarse al municipio por sus buenas condiciones. El año pasado hubo 535 altas por cambio de residencia, la mayoría de ellas de gente proveniente de concejos limítrofes. "Aquí tienes de todo, estás cerca de todo y encima te acogen bien; fuimos muy bien recibidos", asegura Rebeca Alfayate, que se ha afincado en la localidad de Carbajal, en la parroquia de Bonielles, con su marido, Ángel Luis Sánchez y su hijo Eric. Provenían del barrio de El Rancho, en Oviedo.

Ellos eligieron Llanera por una oportunidad, no porque lo hubieran premeditado, pero finalmente la elección resultó muy satisfactoria. "A nosotros siempre nos ha gustado la vida en el campo y los animales, y desde un principio buscábamos una casa para trasladarnos; estábamos buscando en varias zonas, no teníamos preferencia por ninguna en concreto hasta que, al final, gracias a un vecino encontramos la casa, que tuvimos que arreglar y estamos arreglando todavía".

En su casa de Carbajal tienen dos perros, dos gatos, un caballo que han adoptado, una cabra, gallinas y palomas. Y alrededor, vecinos con los que se llevan muy bien. "La mayoría es gente mayor, apenas hay gente joven, nos llevamos muy bien; yo siempre digo que Eric tiene cincuenta abuelas; yo vine ilusionada para aquí y ahora me siento agradecida", asegura Rebeca.

Ahora que están asentados en Llanera, se sienten muy a gusto en el municipio. "Aquí tienes colegio, autobús, comedor, y puedes hacer las compras en Posada; a la hora de comprar, yo prefiero aquí que en Oviedo; y además, pasa el panadero, el pescadero, el gas o los congelados cada cierto tiempo, es muy cómodo", señala.

Caso distinto es el de Lorena Suárez y su marido, Álvaro Suárez, que viven con su hija Noa en Lugo de Llanera. Ella nació en Sama de Langreo, y allí vivía con sus padres hasta que éstos, hace trece años, decidieron trasladarse a Lugo: "Mi madre trabaja en Oviedo y yo estudiaba en Oviedo, y nos trasladamos por acercarnos más, que resultaba más cómodo".

Pero el tirón de Llanera no sólo funcionó con sus padres, sino con su nueva familia. "Mi marido es de Oviedo, pero cuando nos casamos decidimos comprar aquí y venir a vivir aquí; estuvimos mirando en Oviedo, pero Llanera nos daba más ventajas, porque los precios eran mejores y, por otra parte, teníamos aquí a mi padre y a mi madre, era todo más favorable; y luego, él trabajaba en Asipo, con lo cual la cercanía era mayor todavía".

Ahora ya se siente llanerense, y será raro que abandone su pueblo de adopción. "Estamos contentos, es muy tranquilo, estamos a un paso de Oviedo, de Gijón, de Avilés, está céntrico. Y además tenemos aquí el colegio, y hay muchas actividades para niños por la tarde", dice.

Para acabar de echar raíces, Lorena Suárez ha abierto un negocio en Lugo, una tienda de ropa infantil y de mujer, "El osín de trapu". Y son, precisamente, las características de un pueblo como Lugo las que han propiciado que abriera este local. "En Lugo hay muchos niños, mucha gente joven que se vino a vivir aquí; yo de aquí creo que ya no me muevo", asegura.

Como tantos otros, estos vecinos llegados de otros municipios, atraídos por el tirón residencial y de servicios que ofrece el concejo, han contribuido a hacer crecer Llanera y a incrementar su importancia en el centro de Asturias.

Compartir el artículo

stats