Los terrenos del agricultor Santiago Pérez en Pruvia están cobrando cada vez más valor para su entorno. No sólo por su propia producción ecológica -que ha ido ganado enteros con los años, y que incluso ha conseguido un producto con una seña de identidad muy marcada, el arbeyu de Pruvia- sino también porque se está convirtiendo, cada vez más, en un centro formativo de referencia para quienes quieren producir alimentos naturales y respetuosos con el medio.
Su hijo Valentín Pérez, presidente de la Red Asturiana de Comunidades de Trueque (Rastru), un sistema económico alternativo basado en intercambios libres de bienes y servicios entre personas, y promotor de la asociación Proyecto Fresneda, está desarrollando en estos terrenos una iniciativa con la que contribuye a la formación y también a la mejora de la situación económica de muchas familias del entorno. Por otra parte, la familia propietaria de los terrenos y la asociación han establecido un marco de colaboración con el proyecto de formación y empleo "Actívate", del Ayuntamiento de Llanera, para impartir una especialización en agricultura ecológica.
Esta formación se suma a la primera iniciativa, en la que se ha "creado un grupo de personas que deciden hacerse favores mutuos e intercambiar todo tipos de servicios, de bienes y de ayudas, y la producción agrícola se destina a eso, a alimentar a las personas que forman parte de la asociación. Pero porque, a su vez, otras personas aportan su colaboración en otros campos, como electricistas, monitores de actividades o lo que sea necesario".
Todo ello se hace, aclara Pérez, "sin fines lucrativos, simplemente como un sistema de ayuda mutua en el contexto de una asociación". En la huerta donde trabajan personas para aprender o para producir sus propios alimentos se dan todo tipo de productos, siempre con sistemas respetuosos con el medio: lombarda, ajos puerros, rúcula, repollos y, por supuesto, arbeyos de Pruvia.
Proyecto Fresneda nació en el vecino concejo de Siero, en el centro de salud de La Fresneda, pero finalmente el Servicio de Salud del Principado de Asturias decidió que sus actividades no tenían cabida en el centro, con lo que el proyecto siguió pero ya con sede en Pruvia.
Actualmente, la asociación tiene a unas a unas 100 personas involucradas de distinta manera en la comarca. La huerta, aunque parte importante de su actividad, no es el único ámbito en el que trabaja la asociación. Todas aquellas en las que alguien esté dispuesto a compartir su conocimiento se podrán desarrollar en el marco de la asociación.
El colectivo, así como el productor Santiago Pérez, tienen pensado dar más pasos adelante para compartir sus conocimientos y su experiencia en agricultura ecológica, así como la propia tierra, en favor de la comunidad y el entorno.
