Las cálidas temperaturas de este invierno presagian una baja producción de kiwi este año en Asturias. Estas plantas necesitan entre 700 y 800 horas de frío -por debajo de 7 grados- y hasta diciembre no habían acumulado ni 200, destaca Juan Carlos García Rubio -en la foto-, técnico de Serida, que ayer impartió un curso de poda en Villaviciosa. En febrero deberían de recibir un mínimo de 400 horas de frío y parece que no será así. Esta situación afecta a la floración y, por tanto, al cuajado del fruto y a la cosecha, informa M. M.