"Estoy contento. Ahora ya podemos contar con una nueva figura por primera vez en la historia de Bimenes y ha recaído en mí. Es un motivo de satisfacción y más viniendo de los vecinos de mi tierra". Así se expresó Luis Miguel Montes Arboleya poco antes de ser nombrado, ayer, cronista oficial del concejo. Lo hizo arropado por su esposa e hija, y también por los miembros de la Corporación yerbata, asociaciones del municipio, cronistas de otros lugares y alcaldes de la Comarca de la Sidra. Fue en el palacio Marqués de Casa Estrada, en Martimporra. Ni siquiera el académico yerbato Salvador Gutiérrez quiso perderse este acto histórico.

Montes Arboleya afirmó que esta responsabilidad le llevará a "seguir trabajando, como hasta ahora. Nunca dejé de trabajar por ello. Siempre me gustó. Guardo papeles desde los 17 años". Este médico y odontólogo es la persona que más ha escrito sobre el municipio. Ahora investiga la figura de Lorenzo Montes, el primer médico de Bimenes, que nació a finales del siglo XVIII. Sostiene que "palabra, honradez y amistad" identifican a los yerbatos. En su discurso homenajeó al pasado minero y labrador del concejo.

Salvador Gutiérrez se congratuló con el nombramiento. "Ya era una cronista porque viene haciendo historia de Bimenes desde hace años y de forma muy competente. Procura buscar datos y dimensiones no conocidas", destacó el académico. "Para que el municipio tenga historia escrita necesita que alguien se ocupe de ello. Es muy necesario que haya un cronista", recalcó. "A veces nos avergonzamos de ser de Bimenes y es la mayor gloria porque nos han enseñado honradez, esfuerzo, compañerismo...".

Además de un diploma, Montes Arboleya recibió una pieza de cerámica de la artesana Carmen Montes. El alcalde, Aitor García, destacó la importancia de esta figura que ayer nació en Bimenes.

Juan Luis Álvarez del Busto, decano de los cronistas de Asturias y de Cudillero, animó a crear cronistas: sólo hay 25 frente a 78 concejos. Del Busto, parafraseando a José Antonio Fidalgo, cronista de Colunga, definió esta figura como "un investigador del pasado y testigo del presente". Aprovechó para instar al Principado a que designe al cronista oficial de Asturias, porque la vacante no se cubre desde que falleció Joaquín Manzanares, en 2003.