La banda de música de Candás sopla 135 velas desde su fundación en 1881. Ha empezado el año sellando el convenio municipal que le reporta 32.298 euros. Este dinero permite a la agrupación musical más longeva de Carreño actuar, al menos, en diez ocasiones a lo largo de 2016. La entidad que preside José Miguel Karrera-Génova ha comenzado el año con energía y recuperará en agosto el festival internacional de música "José Luis Vega, 'Pelís'". La muestra acogerá conciertos de pianistas de la "Juilliard School" de Nueva York. "El festival ya contó con la presencia de músicos israelitas, griegos, de Estados Unidos, de Chile, Corea y Rumania, entre otros", explica el presidente de la banda, que tendrá su próxima actuación en Candás el día 13 con un pasacalles durante el descubrimiento de una placa en recuerdo de "Los homes y muyeres de las bodegas de Lastres y Candás", en la Fábrica Ortiz. Al margen de que en marzo, el colectivo pueda tener o no actuaciones, tiene previsto un concierto en el mismo emplazamiento el domingo 10. En mayo, las actuaciones comenzarán el día 1 con la entrega de "Lira de oro" a la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA). "El premio lo concedimos ya en 2015", detalla Karrera-Génova.
Entre concierto y concierto, la agrupación renueva su repertorio. Sus nuevas interpretaciones serán de compositores como Gustav Holst, Paul Hindemint, Alfred Reed, Vincent Persicheti, Fisher Tull y Darius Milhaud, entre otros. El concierto previsto para junio será el domingo 26 en la Fábrica Ortiz poco después del mediodía. En agosto, habrá concierto el día 21 en El Paseín y en septiembre, en las fiestas del Cristo el día 14. En octubre, tocarán de nuevo en Ortiz el día 16. Al mes siguiente, honrarán a Santa Cecilia. Y para cerrar el año, estarán en el Teatro Prendes el día 28 de diciembre. "Queda abierto ante la posibilidad de alguna otra actuación", concluye Karrera-Génova.
La banda considera que el presupuesto con el que cuenta la agrupación es "escaso" y más aún teniendo en cuenta que se hacen labores de formación. "En estos últimos 25 años seguimos siendo un vivero de músicos y profesores, de instrumentistas y de directores", indica el presidente, que recuerda el "enorme gasto" que supone la compra de instrumentos, como un oboe que costó 2.500 euros y los trajes de sus 76 miembros. "Los chavales van creciendo y hay que renovar los trajes cada poco", señala.
