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La plantilla de Fahime pide la mediación del Principado tras cien días de encierro

"No estamos cerrados a nada, pero hay que negociar", afirman los trabajadores, que reclaman la subrogación en otras empresas

Jero Fernández, Fabián Jiménez, Froilán Viña, Guillermo González, Manuel Lara y José Luis Miranda, ayer, durante el encierro. RICARDO SOLÍS

Los trabajadores de Fahime cumplen hoy cien días de encierro en una nave del polígono industrial de Tabaza tras su despido. No piensan tirar la toalla y continuarán el encierro hasta "cuando haga falta" con vistas a que les den una solución. Por el momento, urgen al Principado que interceda en su conflicto y convoque una reunión a cuatro bandas en la que participen las empresas interesadas en hacerse cargo de la firma, los trabajadores y la actual dirección de Fahime.

Según expresa el portavoz de los trabajadores y miembro del sindicato UGT, los empleados tienen posibilidades de ser subrogados a otra compañía, pero para ello sería necesaria la presencia en la negociación del Principado "para fijar una serie de garantías" del proceso. "La situación está jodida, queremos trabajar y aquí seguiremos hasta conseguir una solución. Hasta ahora, la Consejería solo nos atendió treinta minutos y lo hizo en campaña electoral. La historia es la que es y no estamos cerrados a nada, pero hay que negociar", expresa Fernández.

Uno de los asuntos que más preocupa a los empleados es el futuro de los veinte trabajadores que están a las puertas de su jubilación. "Algunos están a meses para poder retirarse y otros ya hubieran podido", apostilla Fernández.

Además, recuerda el portavoz de los trabajadores que la empresa Fahime llegó a facturar quince millones al año y que era una empresa puntera a escala estatal en el campo del sector hidráulico y eólico, con clientes de alto poder adquisitivo tanto europeos como de tierras americanas.

Los trabajadores quieren mantener la maquinaria en la nave. Por eso solicitaron medidas cautelares para que los propietarios no pudieran vender las máquinas y mantener un atisbo de esperanza que facilite la posible reactivación de la compañía a través de la compra de la fábrica de bienes de equipo para el sector industrial y su puesta en funcionamiento de nuevo.

El grupo empresarial Fahime presentó un ERE de extinción para toda su plantilla el pasado 21 de octubre de 2015. Esta medida afectó a 92 trabajadores y traerá consigo el cierre de todas las empresas del grupo: Mecafran, Caldefran, Serton Servicios e Industrial Marande.

Desde entonces, los trabajadores han expresado su disconformidad con la decisión empresarial. "No nos vale que nos digan que se trata de un problema coyuntural cuando es estructural", concluye Fernández.

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