Siero prefiere la máscara al abrigo. Ni el viento ni la amenaza de lluvia desanimaron ayer a los cientos de sierenses que, armados con un antifaz, iluminaron las calles con sus disfraces y su alegría en un concurrido Antroxu. La Pola y Lugones fueron los dos grandes focos del Carnaval sierense.

En la Pola, los rapaces vistieron sus disfraces ya desde por la mañana, cuando rondaban las atracciones mientras sus mayores mercadeaban. Pero fue a la tarde, con el espectacular desfile, cuando los polesos sacaron a relucir su vena carnavalera.

La antigua casa de cultura fue el punto de partida del desfile, capitaneado, como no podía ser de otra manera en tierras sierenses, por Los Sidros de Valdesoto, que marcaban el paso con sus piruetas y su empatía con el numeroso público poleso.

Tras ellos desfilaban un grupo de cabezudos, Factoría Norte, Matu Na Cai y los participantes del concurso de disfraces familiar. La música la ponían la Banda de Gaites Conceyu de Siero, el Bandín de la ASAM, Batucada Naranco y los espectaculares artistas de circo y percusionistas de Tabarilea Madrid. El desfile concluyó en la plaza cubierta, donde hubo baile y también frixuelos y chocolate.

En Lugones, la carpa del parque de La Paz reunió ayer a cientos de personas con motivo de un concurso de disfraces que contó con unos 250 inscritos. Los participantes se dividieron en cinco categorías por edades, en las que se repartieron varios premios por un montante total de 1.820 euros tanto en metálico como para consumir en el comercio local previo veredicto del jurado.

Por el escenario desfilaron desde una niña de cinco meses vestida de hada hasta grupos de varios integrantes que causaron impresión, al igual que la pequeña Leyre de la Parte, que impresionó con su disfraz de "transformer". "Soy Optimus Prime", recordó micro en mano con su atuendo elaborado a base de cartón, ante los aplausos de los presentes.