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Las cigüeñas de Meres se rinden a San Blas

Los vecinos confían en que las aves, que llegaron el día 4, acepten el nuevo nido que ellos mismos les han construido

Una de las cigüeñas, el jueves, en Meres. F. TORRE

Como queriendo dar la razón al refranero español, las cigüeñas retornaron a Meres por San Blas. De hecho, el primer avistamiento de las aves en el entorno del santuario de la Virgen de la Cabeza se produjo a la mañana siguiente a la onomástica del santo, que se celebra el 3 de febrero. Un retorno muy celebrado por los vecinos, que ahora están expectantes por comprobar si las aves se interesan por el nido que ellos mismos les han construido para reemplazar el que se desplomó la temporada pasada.

A expensas de que las cigüeñas se instalen en su nuevo hogar sierense, los vecinos celebran la presencia de las apreciadas aves por la zona. Aún ayer, una de las cigüeñas sobrevolaba el entorno de la Virgen de la Cabeza. En un momento, se la pudo ver sobre una torre de alta tensión que ya frecuentaba en años pasados, a escasos metros del nuevo nido.

Las cigüeñas, una pareja, acuden a Meres desde el año 2003 e incluso llegaron a criar en territorio sierense. Pero el año pasado su nido se arruinó al colapsar, por el peso, el poste que lo sustentaba. Para disgusto de los vecinos, el colapso del nido se cobró la vida de un pollo. Los vecinos, de hecho, recuerdan con pena cómo, en los días posteriores, las dos aves adultas sobrevolaban la zona de la Virgen de la Cabeza buscando en vano a su cría.

La época reproductora terminó y las cigüeñas emigraron. Pero los de Meres, que ya sienten a estas aves como otros vecinos de la localidad, rehicieron el nido sobre otro poste el pasado verano. Desde entonces, no dejan de mirar al cielo, esperando el retorno de las cigüeñas.

Las aves se hicieron de rogar. En los últimos años, era frecuente verlas en Meres a mediados de enero. Pero este año, quizás por las altas temperaturas que hemos disfrutado, las cigüeñas no acababan de llegar. Finalmente, llegaron por San Blas.

"La primera vez que avistamos a las cigüeñas fue hace unos días, el 4 de febrero. Desde entonces las hemos visto a diario por la zona, pero no acaban de instalarse en el nido", explica Eduardo Martínez, presidente de la asociación de vecinos de Meres-Fonciello y uno de los impulsores de la rehabilitación del nido.

La estructura está igual que la dejaron los vecinos cuando la instalaron en el nuevo poste: "Tiene unas pocas ramas que le pusimos nosotros, pero las cigüeñas aún no han comenzado a trabajar en él. Estamos esperando, a ver si se ponen a la faena", sostiene Martínez. Si aceptan su nuevo hogar, las cigüeñas no tardarán en comenzar a "amueblarlo".

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