Los usuarios de las instalaciones deportivas municipales Santa Bárbara de Lugones mostraron ayer su hartazgo ante los continuos asaltos de los cacos, que tuvieron el pasado viernes por la noche su último episodio con un intento de robo fallido que sólo sirvió para dejar sin alumbrado público los caminos que conectan el campo de fútbol con los vestuarios.

Los ladrones saltaron el cierre perimetral que rodea el campo de fútbol, el polideportivo y otras dependencias de ámbito deportivo y trataron sin éxito sustraer el cable de cobre que conecta varias farolas de la zona, tras levantar tres chapas de metal. "Todo apunta a que no son muy expertos porque sólo lograron romper los cables, pero no llevárselos", comenta el coordinador de equipos de campo del Atlético de Lugones, Juan Díaz, a la vez que señala que no se trata de un hecho aislado: "Hace quince días ya intentaron llevarse parte de la instalación de las torretas del campo y no lo lograron".

Por su parte, el presidente del club de fútbol apunta que en los últimos tres años se sucedieron ya media docena de hechos similares. "Cada dos por tres estamos con las mismas", declara José Luis Álvarez en relación a unos sucesos que perjudican especialmente a los numerosos niños que a partir de las siete de la tarde utilizan unos vestuarios situados en una zona relativamente apartada del campo. "Al estar apagadas las farolas apenas ven", señala respecto a una situación que se repitió el pasado verano y en la primavera de 2015.

Respecto a las posibles soluciones a este problema cada vez más habitual, reconocen que son difíciles, si bien abogan por tomar una medida. "Habrá que poner una plancha de hormigón", sugiere, poco convencido. De momento se limitará a pedir al Ayuntamiento de Siero que repare por enésima vez una avería de la que ni siquiera sacaron provecho unos cacos que tienen desesperados a los colectivos deportivos locales.