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Etelvino González investiga la relación epistolar de Unamuno con varios asturianos

El maliayés, estudioso del gran exponente de la Generación del 98, da mañana una conferencia en el Ateneo Obrero

Etelvino González, ayer. M. M.

Etelvino González ha buceado en la relación epistolar que mantuvieron varios asturianos, entre ellos algunos maliayeses, con Miguel de Unamuno, del que es un gran estudioso. Mañana, a partir de las 20 horas, explicará el resultado de su investigación en una conferencia que ofrecerá en el Ateneo Obrero de Villaviciosa.

Precisamente, fue el Ateneo Obrero de Villaviciosa una de las instituciones que estableció correspondencia con Unamuno en 1922 para solicitarle libros para su biblioteca. Pero parece que la petición de su entonces presidente, Francisco Blanco Tejerina, y su secretario, Santiago Cerezo, no cuajó. González descubrió que diez años después Unamuno no consta en la lista de donantes de libros, a pesar de que una de sus obras, "Agonía del Cristianismo", figura entre las más leídas.

La mayor relación espistolar la tuvo con el Ateneo Obrero de Gijón, entre 1914 y 1935, donde dio varias conferencias. En las cartas se refleja una "mentalidad liberal, reformista y republicana", indica González, quien destaca que lo suyo "no es un estudio de Unamuno, sino de la relación de Asturias con Unamuno".

De las 25.000 cartas que archivan del máximo exponente de Generación del 98 en su Casa Museo, en Salamanca, 454 fueron escritas por asturianos, y de maliayeses Etelvino González destaca siete. Le interesa especialmente la correspondencia que varios jóvenes de entonces, como Alejandro Casona, María Luisa Castellanos, Ramón Pérez de Ayala y Juan Ramón Jiménez, mantuvieron con el escritor. La mayoría estaban vinculados a movimientos culturales, politicos y sociales.

Etelvino González ha recopilado cartas escritas entre 1902 y 1936, cuando Unamuno falleció. El propio escritor reconoció que sufría de "epistolomanía". Suyas se registran mil cartas.

El maliayés Manuel Valdés escribió a Unamuno para pedirle que le enviara un autógrafo y su hijo aún guarda la postal que le remitió con su firma. Parece que eran habituales estas solicitudes, explica González. Otro villaviciosino, Jesús Pando y Valle, fundador y secretario de la asociación hispanoamericana que promovió un congreso internacional, se carteó con el escritor para invitarle a asistir, solicitarle su colaboración y agradecérsela, después. En total, se guardan siete cartas. Pedro Pidal, marqués de Villaviciosa, contactó igualmente con Unamuno por correo postal, como hizo Lucas Merediz, que organizó en Asturias una campaña para apoyarle económicamente durante su destierro.

Etelvino González rematará su conferencia relatando cómo un amigo íntimo de Unamuno, Pedro de Múgica Ortiz de Zárate, le pedía desde Berlín, con insistencia, que le consiguiera un libro de poesía asturiana de José Caveda y Nava, al que se referían ambos como "el Caveda".

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