Las goteras vacían las aulas del "Celestino Montoto". Los padres de los alumnos de cuarto, quinto y sexto curso de Primaria del colegio poleso, cuyas aulas se han visto anegadas por las graves goteras que ha sufrido el centro en los últimos días, acordaron ayer en asamblea dejar a sus hijos en casa hasta que la Consejería de Educación o el Ayuntamiento de Siero garanticen por escrito la seguridad de los menores. Una iniciativa que muchos padres de alumnos de otros cursos anunciaron su intención de secundar, como gesto de solidaridad y ante el convencimiento de que las deficiencias en el tejado afectan a toda la comunidad educativa, y no sólo a los cursos directamente afectados.

La decisión de no enviar a los niños a clase se concretó durante una asamblea de padres celebrada ayer en el centro, a la que acudieron 137 progenitores. La asociación de madres y padres del centro (AMPA) apoya la decisión, que comunicó tras la asamblea al resto de la comunidad educativa, cosechando el apoyo inmediato de decenas de padres de otros cursos. El colegio cuenta con un total de 475 alumnos, aunque se espera que el parón sea mayoritario.

La AMPA, en todo caso, precisa que no se trata de una huelga, sino de un parón voluntario. "Nos preocupa la mezcla de agua y electricidad. Tenemos goteras y humedades en aulas con luz, en algunas se han tenido que quitar los fluorescentes y tenemos alumnos dando clases en otros espacios del centro porque no pueden acudir a sus clases", sostiene Mónica Castro, presidenta del AMPA.

En las clases que aún pueden acoger actividad docente, en todo caso, también sufren problemas: "Con la humedad y la calefacción, los profesores se ven obligados a abrir las ventanas porque hay condensación. Pero el mayor problema es que no tenemos garantías de que esto no vaya a volver a ocurrir a poco que llueva", sostiene Castro.

A juicio de los padres, las aulas no presentan las condiciones de salubridad y seguridad para acoger a los alumnos. Por ello, reclaman garantías por parte de la administración de que los niños no corren peligro, y pretenden mantener a los menores fuera del centro mientras se garantiza esa seguridad. "Algunos técnicos nos han dicho de palabra que no hay peligro, pero lo queremos por escrito", afirma Castro. La asociación, además, se puso ayer en contacto con la concejala de Educación, Aurora Cienfuegos, para comunicarle la decisión de los padres.