Las huellas del temporal y las últimas fuertes mareas todavía permanecen en Playa España, uno de los arenales de la costa maliayesa, aunque arena le quede poca. Dar un paseo por este tramo del litoral es hacerlo entre palos, algunos troncos, botellas de plásticos y basura, sobre todo, en la desembocadura del río España, en la misma playa. Son los daños que cada invierno -y éste no ha sido menos tras los últimos temporales- dejan en la playa las riadas y la fuerza del mar, que también ha ido devorando su arena y dejando cada vez más rocas. Tantas, que parece casi un pedrero.
Pero así todo, este emblemático arenal de la costa maliayesa no pierde su encanto y sigue siendo un refugio para sus incondicionales. Ayer mismo se dieron un chapuzón en el río -en mitad del trozo de playa que dejaba la marea alta- un par de patos, que lejos de asustarse de la presencia humana, trataron de hacer amigos entre quienes se animaron a disfrutar del día soleado de ayer en el arenal de Quintes.
Carmen Tuero es una de las habituales. Cada día acude a pasear y ayer lo hacía con su perro. Por lo que pocos como ella siguen los cambios que las mareas realizan continuamente en el arenal. Asegura que está "como todos los años en esta época". Además de los restos de madera y plásticos, que se han quedado en el arenal, las piedras son las que se apoderan de él.
Fue con el temporal de hace dos años cuando más se notó la pérdida de arenal en Playa España, recuerda. El mar también engulló en esta ocasión el camino de acceso al arenal, pero tampoco es nada nuevo porque es necesario rehacerlo en cada campaña estival. Carmen Tuero no cree que ahora haya más piedras. Son las cicatrices que las fuertes mareas y los temporales dejan en cada invierno en la mayoría de las playas de Asturias y Playa España lo sufre especialmente. El edil de Playas, Juan Rubio, destaca que esta situación "es lo natural". Como vecino de Quintes también sabe que "con las mareas fuertes lleva la arena y luego la devuelven".
