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FERNANDO RICO | Diseñador ovetense afincado en Villabona

"Al montar un negocio, el diseño es lo último en lo que se piensa"

"Propondría que quitaran de una vez el nombre de Villabona a la cárcel, es muy malo para el pueblo"

Fernando Rico, en el jardín de su casa, en Villabona. M. N. MORO

El diseñador ovetense Fernando Rico lleva ocho años afincado en Villabona. Desde entonces ha dejado su huella en la imagen institucional de numerosas actividades de Llanera, y también ha querido implicarse y formar parte de la vida social y cultural del municipio que lo ha acogido. Él fue uno de los pioneros del diseño en Asturias.

-Cuando usted empezó ¿Se apreciaba menos su trabajo?

-Sí. Aparte del trabajo de diseño tuvimos que educar a las instituciones y empresas. No se valoraba ni se considerado nuestro trabajo como una profesión.

-¿Hoy es distinto?

-Hoy estamos bastante más valorados, pero de todas forma se siguen haciendo los trabajos muy a calzador y a salto de mata. Los encargos suelen llegar tarde, de repente, gente tiene una necesidad inmediata y nuestra parte es la última con la que se cuenta. Necesitaríamos más tiempo.

-¿Las empresas e instituciones ahorran más en diseño con la crisis?

-Eso siempre pasó. Incluso en épocas de bonanza, a la hora de montar negocios es en lo último que se piensa. Creo que es una parte que está infravalorada. La gente invierte una cantidad importante de dinero en el montaje de la empresa y, sin embargo, nuestra parte, que en realidad es una parte ínfima en proporción, siempre parece cara. Y, evidentemente, con la crisis, si antes era complicado, ahora lo es mucho más. Pero yo, desde que estoy en Llanera, ya me considero exdiseñador.

-¿En qué sentido?

-Sigo diseñando pero ya me considero de otra manera. Trabajo con otros conceptos completamente diferentes. En el entorno una parte importante ya no es tanto el trabajo como el apoyo y la ayuda que puedes ofrecer con tu profesión al entorno rural. La parte de diseñador murió en Oviedo y ahora empieza la de exdiseñador. Es una visión diferente del diseño. Tienes que quitarte de encima muchas cosas, trabajar con otros valores y conceptos completamente diferentes. Yo doy muchas gracias a la zona rural porque la acogida que he tenido aquí es brutal. El reconocimiento y la valoración que tengo aquí no es comparable a la que pude tener en Oviedo

-¿Qué le hizo recalar en Villabona?

-En Oviedo las cosas se pusieron complicadas y cerré el estudio. Disponíamos de esta vivienda en Villabona, de los abuelos paternos de mi mujer, Silvia, y decidimos venir aquí.

-Pero, por lo que dice, estar en Villabona no solo no resta sino que suma.

-Sí. Cuando te llega la necesidad de ver la profesión con otros ojos completamente diferentes, y el entorno rural es el que te da ese apoyo. Te sientes mucho más válido profesionalmente, porque en realidad ves que tu trabajo, en cierto modo, ayuda. Incluso haces muchas cosas de forma desinteresada, para apoyar de alguna manera a toda la gente que te ha acogido.

-De hecho usted está en la asociación de vecinos de Villardeveyo.

-Sí, y todo lo que puedan contar conmigo para apoyar, en eso estamos.

-Y como vecino ya integrado, ¿qué necesidades ve para su parroquia?

--Yo en el concejo no estoy solo como profesional. Hay mucha más gente, artistas y demás, que podemos ser una base importante para concebir ideas diferentes que puedan activar un poquitín el concejo, desde el punto de vista cultural. Darle un poco más de alas.

-¿Alguna idea?

-Pienso en la estación de Villabona. Podría dársele algún uso como centro cultural, con exposiciones del concejo o un aula didáctica que la potencie de alguna manera. Es un sitio interesante por la mucha gente que pasa. Sería bueno para retomar la importancia que tenía en su día.

-Devolverle el esplendor, en cierto modo

-Sí. Es una pena que la Villabona de antes haya desaparecido, porque aquí había mucha industria y mucho movimiento, y ahora está muy bajo. Aunque ahora empieza a llegar algo de gente joven. Todo lo que sea gente joven con ganas de ayudar, está muy bien para darle vida a la zona rural, que es muy agradecida y te lo devuelve con creces. Y como colofón, diría que le quitaran de una vez el nombre de Villabona al centro penitenciario, es muy malo para el pueblo. Que se llame centro penitenciario de Asturias, sin más.

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