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Anulan el fallo que limitaba a "imprudencia leve" el atropello mortal de Antromero

La Audiencia Provincial cree que el juez de lo penal no justificó debidamente sus conclusiones sobre la muerte de la joven Rebeca Rodríguez

La sección octava de la Audiencia Provincial de Asturias, con sede en Gijón, acaba de anular la condena que en su día le impuso el titular del juzgado de lo penal número 1 de la ciudad al autor del atropello que le costó la vida a Rebeca Rodríguez Artime, la joven de 18 años que falleció la noche del 29 de julio de 2013 en un accidente de tráfico que tuvo lugar en la carretera que une Candás con Luanco. El magistrado consideró al conductor responsable de un homicidio "por imprudencia leve" y le castigó con el pago de una multa de 1.200 euros y la retirada del carné durante un año.

El juez argumentó esta polémica condena alegando que el joven procesado había perdido el control del vehículo "por circular a una velocidad superior a la legalmente establecida y debido también a la pérdida de adherencia de los neumáticos por un sobreinflado de los mismos", del que el conductor no era consciente. El accidente se habría debido por tanto, según el juez, a un cúmulo de fatales circunstancias y no sólo al exceso de velocidad del conductor, tal y como reclamaba la abogada de la familia, que ya anunció desde un primer momento su intención de recurrir el fallo judicial que ahora ha quedado anulado.

La Audiencia asegura, "tras leer la sentencia apelada", que la resolución "no contiene razonamiento que explique el proceso intelectivo que llevó al juez a subsumir en imprudencia leve los hechos que declara probados". Es por eso que los magistrados de la sección octava admiten el recurso, anulan la sentencia y devuelven la causa al juzgado de lo penal para que el mismo juez "proceda a dictar una sentencia debidamente motivada".

El caso del atropello mortal de Rebeca Rodríguez Artime da, así, un nuevo giro. En el momento de los hechos la chica se encontraba acompañada de tres amigos. Los jóvenes fueron sorprendidos por el coche del condenado cuando se dirigían a las fiestas parroquiales de Antromero a eso de las once y cuarto de la noche. Poco antes de llegar al punto exacto en el que se encontraban las víctimas el autor del atropello mortal perdió el control del coche e invadió la acera. Rebeca Rodríguez fue la peor parada en el atropello ya que en ese momento se encontraba en al zona más próxima a la calzada de la que salió el coche del condenado.

Las circunstancias que rodearon el suceso hicieron que el juez no considerara al procesado autor de un delito, sino de una falta, por lo que no impuso en ningún caso una pena privativa de libertad.

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