Las filtraciones que anegaron seis aulas del Celestino Montoto, provocando primero una paralización de la actividad impulsada por los padres y, después, una suspensión de las clases decretada por la Consejería de Educación, ha puesto sobre el tapete las deficiencias que sufren los centros educativos de Siero, algunos de los cuales reclaman obras urgentes. Unas actuaciones que deben ser organizadas en el seno del Consejo Escolar Municipal, un organismo que no se convoca desde hace, aproximadamente, un año, pese a que, por estatutos, debería reunirse cada tres meses.

"La última reunión fue en el anterior mandato, a principios de 2015 más concretamente. Pero en este mandato no se ha vuelto a convocar", afirma la concejala de IU María González. La coalición de izquierdas, de hecho, ha reclamado insistentemente que se convoque el Consejo Escolar Municipal, así como una revisión de sus estatutos, que considera desfasados.

En puridad, el Consejo sí que se convocó a principios de este año, pero la reunión no se llegó a celebrar. "La convocatoria no se había remitido a todos los centros: hubo tres a los que no se les avisó y hubo que desconvocarla", explica González.

A juicio de la coalición, la reunión del Consejo Escolar Municipal -en el que están representantes de los centros, de las asociaciones de padres y del Ayuntamiento de Siero- es crucial para fijar las prioridades en las actuaciones, máxime ante problemas como el que ha afectado, en estos últimos días, al Celestino Montoto, o como los que padecen otros centros.

En este sentido, son varios los centros que padecen problemas en el concejo, aunque dentro del sector educativo se precisa que quizás los colegios con necesidades más acuciantes son el de La Ería, en Lugones, y escuelas de la zona rural como la de Faes, en Valdesoto.

Precisamente, estos dos centros han sido objeto de algunas actuaciones impulsadas por el Ayuntamiento de Siero en estos últimos meses. En La Ería se renovaron los baños y se trabaja en una solución para evitar la entrada de palomas a la pista cubierta, y en Faes se renovó la calefacción.