Rigoletto el jorobado, el homicida, el maldito, el bufón del duque de Mantua, visitará Pola de Siero el próximo 5 de marzo. Ese día, los miembros de la Ópera Nacional de Moldavia interpretarán la obra de Giuseppe Verdi, que incluye una de las arias más míticas de la historia de la música, pieza preferida de numerosos aficionados al "bel canto" y de una legión de cantantes de ducha: "La donna è mobile".

"Rigoletto" se representa en la Pola de la mano de Concerlírica, cuya directora, Leonor Gago, visitó ayer el auditorio acompañada de dos de los intérpretes de la ópera: el barítono/bajo Maimescu Iurie, que interpretará el crucial rol del asesino Sparafucile, y la soprano/mezzosoprano Irina Golovchenko, que interpreta a la Condesa Ceprano. Dos intérpretes que se quedaron maravillados ante las posibilidades del recinto sierense.

Iurie, de hecho, no desaprovechó la ocasión de entonar algunos versos sobre el escenario, para regocijo de sus compañeras, de los miembros de la Fundación Municipal de Cultura (FMC) y de un carpintero que reparaba algunas butacas.

"El auditorio es una pasada", exclama Leonor Gago, que en los últimos años ha representado otras cuatro óperas en el recinto poleso. "Yo soy de Santander, y no me podía imaginar, la primera vez que vine aquí, que me iba a encontrar este lujo de auditorio en Pola de Siero", precisa quien es una voz autorizada en la materia, ya que ha recorrido los escenarios de toda España.

Gago aporta argumentos a su afirmación: "Tiene unas posibilidades escénicas similares a las de cualquier primer teatro de Europa, y su acústica es de lujo". Iurie asiente, satisfecho, tras comprobar por sí mismo la acústica del escenario.

El propio Iurie destaca la calidad de la ópera, y se extiende sobre las dificultades de su personaje: "Lo más complejo no es tanto cantar como dar vida al rol, la interpretación, porque se trata de un asesino y es complejo", explica Iurie, que alcanza un diapasón de dos octavas, lo que le ha permitido interpretar personajes muy diversos como el Zacarías de "Nabucco", el Neporello de "Don Giovanni" o el doctor Grenvil de "La Traviata".

Además de los intérpretes de la Ópera Nacional de Moldavia, otros dos artistas españoles se han unido a la producción a través de Concerlírica: se trata del barítono Luis Cansino, que interpretará al propio Rigoletto, y de la soprano Tina Gorina, que hará el papel de Gilda, la hija del bufón. Oleg Ilacoman y Tatiana Virlan completan la nómina de intérpretes de los principales papeles de la ópera.

"'Rigoletto' es una producción muy compleja porque te exige tener tres o cuatro intérpretes de primer nivel. Al menos los tres protagonistas masculinos -barítono, bajo y tenor- han de ser muy buenos, porque son papeles de una dificultad extrema", afirma Leonor Gago, que también incide en la complejidad de subir a escena un reparto con 12 personajes, además de los coros.

La producción que se escenificará en la Pola, además, cuenta con el atractivo de que es de nueva factura, con nuevos escenarios y vestuario, lo que hará más lucida la representación. Todos los mimbres, en definitiva, para que el público poleso pueda disfrutar de la ópera de Verdi y cantar aquello de: "La donna è mobile...".