Alfredo Varela es protavoz municipal y secretario general del PSOE en Grado. Pese a no ser oriundo del concejo, ha conseguido organizar el partido en torno a su figura tras años de tensiones. Varela, profesor de instituto y dueño de una empresa de geología, consiguió mejorar el resultado electoral del PSOE en los pasados comicios, pasando de dos a tres ediles. Pese a la abundante coincidencia programática con el equipo de gobierno de IU, los dos partidos de izquierda en Grado parecen no ponerse de acuerdo en nada.
-¿Cuál es el balance del inicio del mandato?
-Decepcionante. Tenemos muchos puntos en común en el programa electoral y ahí tendría que haber una sintonía clara, pero no quieren la ayuda. No sé si es soberbia o miedo. Llevamos casi un año y no se puede decir que hayan hecho esto o lo otro, el Ayuntamiento está paralizado, no parece que haya una dirección clara. Además, hay mucho secretismo y desconfianza por parte del equipo de gobierno, cualquier propuesta la toman como un ataque.
-Uno de los puntos en común es la remunicipalización de servicios. ¿Eso es viable económicamente?
-Sí, es posible, incluso con los números del equipo de gobierno. Por ejemplo, en la recogida de basuras, el coste de ceder el servicio a Cogersa es el gasto en maquinaria que el Ayuntamiento le va a pagar. Sería mejor comprarlo como propio y ya tendríamos el servicio remunicipalizado.
-¿Qué opina del presupuesto?
-Creo que las inversiones no se van a cumplir. Tienen que hacer un plan de ajuste para 2016 y 2017 porque el presupuesto no cumple la ley de estabilidad. Eso sin contar la sentencia de Carreño, que obliga a un mayor ajuste. Y sólo hay dos formas de hacerlo, subir impuestos o recortar gastos. Ahora no pueden disculparse con lo de Carreño porque ya incumplían el principio de estabilidad. Además, las obras del anterior mandato podrían estar hechas, pero ahí se ve la manera de hacer política de IU.
-¿Qué supone para Grado la sentencia de Carreño, que obliga a devolver a la constructora alrededor de 650.000 euros?
-Es una situación complicada. El Ayuntamiento tenía más de cuatro millones de euros de deuda y aprobó una solicitud de crédito de un millón de euros para gastos a sabiendas de que estaba a punto de caer la sentencia. La primera ya preveía el pago de 400.000 euros, así que era fácil prever que iba a rondar esa cifra.
-Entonces, ¿por qué cree que no lo incluyeron?
-Por la política del día a día y de no mirar más allá por el futuro de Grado. Querían colgarse una medalla con políticas de titular porque saben que no lo van a poder hacer. El presupuesto lo tienen que modificar y eso lo sabían.
-¿Qué le parece el traslado de "La Muyerina"?
-Nos pareció mal el hecho en sí y las formas. Consideramos que la estatua tiene que estar en el centro, es el lugar de reconocimiento del mercado moscón. Ahora está arrinconada, parece que está castigada.
-Ha puesto orden en el PSOE moscón, azotado por la inestabilidad durante años. ¿Cómo lo ha hecho?
-Había mucha confrontación personal y se traducía en la marcha del partido, con grupos muy marcados. El éxito fue aglutinar el partido en torno a alguien independiente respecto a esos conflictos. Fue difícil y hay que tener mucha mano izquierda, tranquilidad y no buscar el enfrentamiento. Es la única forma para que una agrupación marche.
-¿Por qué el PSOE le cuesta arrancar votos entre los moscones?
-Por dos factores. Por un lado, los problemas internos de la agrupación hace años, eso la gente lo castiga en las elecciones. Y también muchos años de tradición de gobiernos de José Sierra, que todavía cala en el voto local a favor de IU. Los superamos en otras elecciones, pero a nivel local tenemos la inercia de los gobiernos de IU.
