A ritmo de palmas. Así empezaron los asistentes al musical "Blancanieves: la leyenda del bosque" que se representó ayer hasta en tres ocasiones en el centro cultural de La Fresneda para deleite de un variado público que se mostró entusiasmado durante todo el espectáculo. Los pequeños dejaron volar su fantasía y los mayores cumplieron el sueño de retroceder en el tiempo por unos instantes.

Los payasos pusieron de su parte creando un ambiente circense de los de antaño. El público menudo se partió de risa con los continuos chistes, fáciles pero graciosos, con los que muchos de los niños se sintieron plenamente identificados. Tampoco faltó alguna gracia disimulada que sólo fue captada por los progenitores.

No obstante, los momentos de mayor implicación fueron la interpretación de canciones. Temas propios del circo de toda la vida y otros relacionados con los cuentos populares hicieron el resto para generar una comunión entre reparto y respetable que hizo que la mañana y la tarde de ayer fuesen algo diferentes de las habituales en La Fresneda. Un gran éxito, más si tenemos en cuenta que en la sesión de mañana fueron pocas las butacas del amplio salón de actos del centro que se quedaron vacías.