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"Vivimos intranquilos", afirman los dueños de los garajes sin vado de Lugones

Los vecinos aplauden la modificación del PGOU que propone el gobierno local para flexibilizar la concesión de licencias

Pilar Fernández, junto a su cartel de "No aparcar". A la derecha, Falo Cardín en su cochera. L. BLANCO

"Vives intranquilo porque si te obstruyen el paso te tienes que aguantar". Así explica el vecino de Lugones Falo Cardín la problemática existente desde hace décadas en varios bloques de viviendas próximos a la Avenida de Viella, donde los dueños de muchos bajos que son utilizados como garajes no tienen acceso a vados por incumplir la normativa vigente. Una situación que podría pasar a la historia si finalmente se aprueba la modificación del PGOU propuesta por el equipo de gobierno de Siero que, entre otras cosas, busca una mayor flexibilización para la concesión de este tipo de licencias.

De esto sabe bastante la vecina Pilar Fernández, que lleva 40 años en Lugones y cuenta con dos bajos sin vado en la Avenida Luis Braille, en los que su marido y su hijo guardan habitualmente los coches. Si bien reconoce que no es habitual, en algunas ocasiones se encontraron con que su salida se encontraba bloqueada por algún vehículo y tuvieron que recurrir a soluciones de emergencia. "Si el marido tiene la salida cerrada coge el coche del hijo y viceversa", explica la mujer a la vez que recuerda que trataron en varias ocasiones sin éxito de obtener vados. "Nos lo echaban para atrás porque para que te lo concedan tienes que vivir justo encima del garaje y no era nuestro caso", señala.

Varios intentos hizo también Jesús Martínez, un habitante de la misma zona desde hace 20 años, que ayer mismo salió a la calle poco después de las diez de la mañana para sacar el coche a la calle. "Procuro sacarlo con antelación cuando voy a ir a algún sitio y así no me la juego a quedarme bloqueado", indica Martínez, que vive con resignación una situación que puede resultar incómoda. "Si tienes una emergencia y te encuentras un coche aparcado te tienes que fastidiar", sostiene el vecino, que ve con buenos ojos que se trate de abordar el asunto desde el Ayuntamiento. "A ver si de esta vez va", añade.

En la misma línea se pronuncia Falo Cardín, cuya última tentativa por conseguir el vado tuvo lugar hace unos años con otro cambio de normativa. "Probamos suerte a ver si ya cumplíamos con los requisitos, pero nada", rememora el vecino que, de todos modos, considera que la mayor parte del problema proviene del desarrollo urbano de la localidad. "En los primeros años nos conocíamos todos, sabíamos que si aparcábamos molestábamos y entonces no había problema porque la gente respetaba", asegura, para luego explicar que las pocas ocasiones en las que la gente bloquea las salidas de los garajes es cuando viene gente forastera. "Cuando hay partida en la bolera o algún otro evento es cuando suele ocurrir", apostilla.

Otros por su parte, aseguran que desde un principio asumieron una situación que vino marcada por el hecho de que los bajos no estaban a priori diseñados para guardar coches. Es el caso de Eduardo Díaz, que lleva unos 30 años sin ni siquiera intentar optar a un vado. "Simplemente si hay alguien delante pues no lo saco", comenta el vecino que, aun así, es consciente de que son muchos los que lo intentaron de forma reiterada. "Me consta que los piden, pero no se los conceden", declara, al mismo tiempo que ve de forma positiva que el Consistorio sierense busque resolver lo que es un gran inconveniente para muchos. "Está bien que lo miren porque sí hay demanda", cuenta.

Del mismo modo, hay gente que ve bien que se facilite la concesión de vados, pero que al mismo tiempo ve un trasfondo económico en esta iniciativa. "No me extrañaría que estén buscando aumentar la recaudación por este concepto", espeta el vecino José Argüelles.

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