Resuelto el orden del día y con el pleno enfilando su recta final, una pregunta del grupo Ciudadanos reveló una preocupante realidad en el concejo de Llanera: en torno a un 30% de las tuberías de traída de aguas son de fibrocemento. Un material también conocido como "uralita" (por la empresa que lo comercializaba en España) que contiene amianto, por lo que es potencialmente tóxico y su instalación está prohibida en la actualidad.

Fue el concejal de Infraestructuras, José María Vega (IU), quien reveló el porcentaje de la red que cuenta con tuberías de fibrocemento en el conjunto del concejo. Pese a que el edil evitó enviar un mensaje de alarma a la ciudadanía (señalando que el fibrocemento es tóxico a la hora de manipularlo, pero no para el consumidor), sí reconoció que el objetivo del gobierno tripartito es que se sustituyan estas canalizaciones de uralita a lo largo del presente mandato, aunque no concretó si lo hará directamente el consistorio o si lo hará la concesionaria del servicio, Aqualia.

Además, el concejal aludió a que este tipo de tuberías ya está obsoleto y que, debido a que es la parte más antigua de la red de aguas, debe cambiarse para mejorar el servicio y, además, evitar pérdidas y averías.