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Los Güevos Pintos, sin comida institucional al renunciar a pagarla el Consistorio

"No sabemos incluso si podremos llevar a puerto la fiesta", dice enfadado Jenaro Soto "Los Berrones", cabeza de cartel

Con la fiesta de Güevos Pintos de Pola de Siero -declarada de interés turístico nacional- a la vuelta de la esquina (el próximo Martes de Pascua, día 29), la polémica está de nuevo servida. El presidente de la Sociedad de Festejos, Jenaro Soto -que hoy mismo presenta el programa al público- avanzó ayer que se anula la comida institucional porque el Ayuntamiento renuncia a sufragarla. Soto se mostró además especialmente crítico con la actitud del gobierno local, que aún no ha depositado la ayuda económica para Festejos.

"En realidad, no sabemos si podremos llevar a puerto Güevos Pintos, porque no hemos recibido la asignación municipal y desconocemos cuándo nos llegará", se queja Soto, que no obstante incide en que las líneas maestras del programa ya están trazadas.

El grupo "Los Berrones" cerrará las fiestas como cabeza de cartel de un concierto que se celebrará en la calle Alcalde Parrondo. Festejos insiste además este año en su proyecto de potenciar las celebraciones en los días previos, para que Güevos Pintos no sea sólo una fiesta de una jornada.

"Insistimos en nuestra idea de consolidar la semana de Güevos Pintos", sostiene Jenaro Soto. El mercado poleso, que abrirá el jueves 24 de marzo y se mantendrá activo todo el fin de semana, articulará las celebraciones. A día de hoy ya hay cerca de medio centenar de puestos confirmados. Además, la intención de la parroquia polesa de potenciar la Semana Santa añadirá nuevos atractivos a la celebración.

Para el martes de Güevos Pintos, hay algunas incógnitas, como señala el presidente de Festejos. La primera que, según relata Soto, algún grupo político se ha mostrado reacio a participar en la bendición de Güevos Pintos. La segunda, que el Ayuntamiento renuncia a sufragar la citada comida institucional. "Se lleva celebrando 50 ó 60 años, pero ellos no quieren pagarla y nosotros lo tenemos prohibido por estatutos. Así que no habrá comida", sentencia Soto, que insiste en remarcar las diferencias con la actual corporación: "No voy a permitir que los individuos de la política partidista metan el hocico en lo nuestro".

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