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El Carmín recupera su banda sonora

El Archivo Municipal, que lidera un proyecto para preservar el acervo musical sierense, recupera y custodia la partitura que acompaña la popular pieza polesa

El Carmín recupera su banda sonora

Todas las fiestas de renombre tienen su banda sonora original. En el caso del Carmín de la Pola, hay algunas piezas indisociables de la celebración. Está, por supuesto, la Danza Prima, que cierra año tras año las celebraciones. Y está también, a un nivel similar en cuanto a tradición y popularidad, esa canción que dice: "Fuisti al Carmín de la Pola/llevasti medies azules./Llevastiles emprestaes/aquelles nun yeren tuyes". Una canción que está a punto de cumplir 70 años (lo hará en 2017)y que en su origen gozó, parece ser, de un acompañamiento musical ya olvidado, pero cuyas partituras se custodian en el Archivo Municipal de Siero.

Estas partituras han sido recuperadas por los responsables del archivo, con Rosa Villa a la cabeza, que impulsan un proyecto para recuperar y salvaguardar el patrimonio musical de los sierenses. Una iniciativa en la que se enmarca la reciente donación de los archivos de Falo Moro, concretada por sus hermanas, que han sido compilados en una edición facsimilar, de cuatro volúmenes, entregada a los herederos del compositor días atrás.

Fue en este esfuerzo que los responsables del archivo localizaron unas partituras de Joaquín Morales Vázquez con un expresivo título: "El Carmín de la Pola". Una pieza que, según descubrieron, fue premiada en un concurso de pasodobles impulsado por el Ayuntamiento en 1947 y que, según parece, servía de acompañamiento a esa canción que comienza "Fuiste al Carmín de la Pola..."

La historia del concurso es muy sugerente. "Lo convocó en marzo de 1947 el alcalde Manuel Nieto de Aurre y tenía premios importantes para la época: 2.000 pesetas para el primero y 1.000 pesetas para el segundo", explica Rosa Villa, que ha localizado también las bases del concurso.

Esas mismas bases concretan que las composiciones debían llevar por título "Siero" y estar pensadas para ser ejecutadas por la Banda de Música Municipal, con 36 componentes en la época. El certamen tenía un carácter nacional y cuando se cerró el plazo, el 5 de mayo de 1947, se habían presentado nueve composiciones, todas ellas bajo pseudónimo.

El 7 de mayo, un jurado compuesto por tres directores de orquesta analizaron las composiciones y determinaron un ganador: Ricardo Dorado, un prestigioso compositor coruñés con una larga trayectoria dentro de los cuerpos militares. El segundo premio recayó en la composición de Joaquín Morales.

Ambas piezas se presentaron en la fiesta del Carmín de ese mismo año de 1947, la de Dorado con el título seleccionado, "Siero", y la de Morales rebautizada como "El Carmín de la Pola". Aquella edición, por lo demás, fue especialmente lucida. En la edición de LA NUEVA ESPAÑA del 22 de julio, el día siguiente a la romería, se informaba de que se habían despachado nada menos que 9.000 billetes de ida y vuelta en el Ferrocarril Económico de Oviedo y se estimaba que unas 15.000 personas habrían disfrutado de la merienda campestre en "El Castañeu Llanu". Incluso el ilustrador Alfonso se desplazó a la Pola para realizar dos estampas de la romería.

En los años siguientes, las piezas de Dorado y Morales siguieron tocándose, aunque la segunda iría progresivamente desplazando a la primera hasta hacerse con el favor de los sierenses. Aquí entra la cuestión de su letra, porque se cree que la pieza se interpretaba junto a la canción popular. Aquí está el misterio por resolver: cuándo se vinculó esa letra a la canción, y quién la adaptó.

Desde la Asociación Sierense de Amigos de la Música arrojan luz sobre la cuestión: la letra es una versión de una canción tradicional, que se presume anterior a esos años.

Unas canciones que, en ocasiones, han sido adaptadas para distintos acompañamientos sonoros. De hecho, en otros puntos de Asturias la canción, con diversas variaciones, se conoce como "No hay carretera sin barro", y el propio Víctor Manuel San José grabó una versión.

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