El Ayuntamiento de Llanera quiere reactivar el hermanamiento del concejo con el municipio cubano de Viñales, integrado en la provincia de Pinar del Río y que tiene en torno a 28.000 habitantes. Una relación fraguada en 1997 pero que, según el actual gobierno tripartito, se ha visto paralizado en los últimos años.

La escenificación de este nuevo acercamiento a Cuba se produjo ayer en el Ayuntamiento de Llanera, donde el alcalde del concejo, el socialista Gerardo Sanz, y la concejala de Cooperación, Consuelo Álvarez (IU), recibieron al cónsul general de Cuba, José Antonio Solana.

En la recepción oficial, el cónsul general agradeció al pueblo de Llanera "la solidaridad constante, permanente y sistemática con el pueblo de Cuba" y reivindicó los "lazos de historia y de cultura que nos unen profundamente, en vínculos que son indestructibles y perdurables, a lo largo del tiempo y bajo cualquier circunstancia".

Más allá de las estrategias de futuro, la edil Consuelo Álvarez precisó que en las últimas semanas ya se había impulsado, desde el propio Ayuntamiento, una primera iniciativa encaminada a reactivar el hermanamiento. Se trata de una recogida de material escolar que ha tenido un notable seguimiento entre los vecinos, y en el que colaboran centros educativos como el instituto de Posada, que aún está recogiendo donaciones. Todo el material se enviará a la escuela de la localidad cubana.

Además, el colectivo "Cien x Cien Cubano" se ha unido a la campaña para enviar, en la misma iniciativa, bombillas y material quirúrgico desechable que será donado al hospital de Viñales.

La visita del cónsul se cerró con la habitual entrega de presentes. El alcalde de Llanera entregó al cónsul una reproducción de la celosía de la iglesia de Villardeveyo. Por su parte, Solana repartió entre los representantes del concejo tres de los más representativos productos cubanos: ron, cigarros y un CD con música del pianista cubano Chucho Valdés.

La reactivación de los hermanamientos es una prioridad para el gobierno tripartito, y especialmente para el grupo municipal de IU, que en el mandato anterior criticó con dureza al gobierno del PP por lo que la coalición consideraba un cese de las actividades de cooperación.

Además de hermanarse con el municipio cubano, el Ayuntamiento de Llanera impulsó dos décadas atrás un segundo hermanamiento, en este caso con el territorio de Mijek, en el Sáhara Occidental.