La dificultad en la comercialización que se están encontrando los mataderos de las vacas de abasto sacrificadas podría conducir a una bajada de precios de continuar así la situación, según señalan los expertos tras el mercado de este lunes, en el que la concurrencia de reses aumentó en un 14% respecto a la primera sesión de la semana anterior.

En total pasaron por el recinto ferial unas 700 reses frente a las 613 del lunes anterior, pese a que el número de operadores fue similar. Este aumento, unido a las citadas caídas en la demanda, provocó que el ritmo de venta fuese más lento de lo habitual y la demanda se orientase a los animales de pocos kilos, mientras que los pasteros mantuvieron estable la cotización, que tuvo una tendencia al alza durante las últimas semanas.

En cuanto al ganado de vida, destacó la mayor concurrencia de animales y compradores y una demanda escasa y selectiva orientada especialmente hacia las vacas asturianas con crías de gran calidad.