El ojo y la mirada se citan en Noreña. La sala de exposiciones del antiguo depósito del agua de la Villa Condal acoge una muestra doble, en la que se exponen cuarenta fotografías de Pablo Mortera y una selección de la notable colección de cámaras fotográficas de Pancho Paniceres. Una exposición a cuatro manos que ofrece un sugerente recorrido por el mundo de la fotografía.

Naturales ambos de Gijón y de una edad similar (Mortera nació en 1955 y Paniceres en 1953), el fotógrafo y el coleccionista mantienen una prolongada amistad y sus respectivas pasiones fueron creciendo en paralelo.

"Saco fotos desde los catorce años, cuando mis padres me regalaron una Canon Canonet 28, analógica de carrete", explica Mortera. En más de cuatro décadas tirando fotos, Mortera ha ido profundizando en el mundo de la fotografía, adaptándose además a los cambios que han revolucionado el medio, como el paso de la fotografía analógica a la digital.

"Prefiero el paisaje o la arquitectura, el retrato no me interesa tanto y además tiene un problema añadido, que es el tema de los derechos de imagen", explica Mortera sobre su obra. De hecho, entre las cuarenta imágenes que expone en Noreña sólo hay una con figura humana: un músico asiático que fotografió en Alicante. Eso sí: todas son en blanco y negro, y la mayor parte han sido tomadas en los dos últimos años. "Me gusta la fotografía en blanco y negro, la prefiero al color. Creo que expresa mucho mejor la esencia de la realidad", argumenta.

La otra mitad de esta singular sociedad, Pancho Paniceres, comenzó su colección a raíz de un lamentable incidente: siendo niño, desmontó y arruinó la máquina Kodak Baby Brownie Special de su padre. Años después, ya en la década de 1990, localizó otra pieza de este emblemático modelo en una feria y la adquirió para regalársela a su padre, en desagravio por su travesura infantil. Ese fue el inicio de su colección, que alcanza las 200 piezas en la actualidad, algunas con más de 100 años de antigüedad. En Noreña expone, aproximadamente, un tercio de su colección, incluyendo un ejemplar de su amada Kodak Baby Brownie.

La proximidad de ambas aficiones siempre acercó sobremanera a los dos amigos, pero fue a raíz de una exposición de Mortera cuando se decidieron a hacer una muestra conjunta. "Había unos expositores vacíos en medio de la sala, y a mi mujer se le ocurrió que podíamos hablar con Pancho para que prestase unas cámaras", comenta Mortera.

Paniceres acogió de buen grado la propuesta, y ambos amigos decidieron entonces preparar una exposición que combinase ambas pasiones. Mortera propuso entonces hacerlo en Noreña, donde se había expuesto antes, recibiendo un trato exquisito por parte de los técnicos y representantes municipales. La muestra se puede visitar hasta el 27 de marzo, en horario de 18.00 a 20.30 horas de lunes a viernes, y de 17.00 a 20.00 horas los sábados.