El corazón, que tanto palpitó por Candás, se apagó a los 61 años en un soplo. José Ramón González Muñiz, fundador del certamen Canciones de la Bodega y de la panadería Marañueles San Félix, falleció a última hora del viernes de forma repentina en el salón de su casa. Un infarto, como el que ya había sufrido en otras ocasiones, le dejó sin aliento en el peor de los momentos: cuando su cabeza rebosaba de ideas.

La quinta edición del certamen nacional de habaneras, que patrocina LA NUEVA ESPAÑA, ya estaba programada para mayo y junio. Su inesperado adiós dejó ayer a su pueblo consternado y a sus más allegados, abatidos. "No me lo creo... Se nos ha ido un trozo de Candás muy importante", comenta muy afectado su íntimo amigo, el cantautor Pipo Prendes. "Nos conocíamos desde niños. Empecé en la música con él, en la escolanía de Candás. Teníamos 9 años y el cura nos dijo: 'A ver, entonar algo'. Y nosotros nos pusimos a cantar 'Let it be' de los Beatles con ese inglés que teníamos de aquella. Imagínate...", rememora Prendes, sacando una sonrisa en medio de la melancolía. "Por desgracia, vamos a valorar todo lo que hizo este hombre cuando ya no está entre nosotros", agrega.

Y es que José Ramón González, casado y padre de tres hijos, fue un candasín polifacético y muy emprendedor. Empezó como delineante y diseñador, y acabó como empresario en una tienda de marañuelas, con su mujer Antonia Durán como artesana de ese exquisito dulce. Pero sobre todo deja huella en el sector musical, al que se dedicó en cuerpo y alma estos últimos años, con el objetivo de mantener viva la llama de la tradición.

"Él siempre tenía una idea nueva. Luchaba hasta el final por conseguir sus metas. Y así lo hizo con Canciones de la Bodega y el Coro de la Bodega", apunta Salvador Cuervo, director de esta última agrupación musical, integrada por una treintena de carreñenses. "Nos ha dejado un legado lleno de buenas intenciones, llevando el nombre de Candás siempre por bandera", escribía ayer en las redes sociales otro de sus grandes amigos, Tito Aramendi. "Con tu partida nos dejas huérfanos de tu mano, pero has dejado una hoja de ruta tan evidente y diáfana que no nos podremos desviar de la meta que has marcado (?). Tú prepara ahí arriba un concierto para cuando nos llegue la hora, mientras tanto descansa en paz, amigo mío", añadía.

José Ramón González formó parte de la Coral Aires de Candás, de la Capilla Clásica de Luanco y del grupo Gabiana. Además de estar volcado con el certamen Canciones de la Bodega y el coro del mismo nombre, también se esforzaba día a día por recuperar las tradiciones de su pueblo. González deja una herencia imborrable. El entierro será hoy, a las once y cuarto, en el cementerio municipal de San Bernardo y el funeral en su honor, mañana a las seis en la iglesia de San Félix. El Grupo Gabiana y el Coro de la Bodega le despedirán alzando sus voces al cielo.