La cuenta y la caña para el señor, y el café para la señora. Es una situación que ocurre todos los días y que pasa desapercibida con una sonrisa de confusión, pero que no es otra cosa que un "micromachismo". Ayer lo puso de relevancia Mari Canto García Abadía tras recoger el premio "8 de Marzo" que entrega el Ayuntamiento de Grado a aquellas mujeres que hayan destacado en su lucha por la igualdad de género. Un galardón que también recogió la primera y única policía local de la villa, Edurne Cabrero, y la vecina Mercedes Hernández, de origen chileno y ligada a los movimientos de mujeres durante la dictadura de Pinochet.

El patio del palacio Valdecarzana acogió la entrega de los premios, que comenzaron con una introducción sobre la vida y obra de la filósofa Simone de Beauvoir a cargo de Socorro Suárez, catedrática de la Universidad de Oviedo, en relación con la exposición sobre la intelectual francesa que está abierta en la Casa de Cultura.

Después comenzó la entrega de premios. La primera en recoger su galardón fue Mercedes Hernández, quien fundó un colectivo femenino en la ciudad chilena de Valparaíso en la década de los setenta del pasado siglo para tejer una red de apoyo a los niños huérfanos de los desaparecidos políticos. Pero el premio también lo recibió por su activa participación social en la villa moscona, a la que llegó en 2007. Hernández, muy emocionada y rodeada de su familia, dijo sentirse muy integrada en Grado: "Extraño mi patria, pero la calidad de vida aquí es muy distinta".

Día de nervios

Muy nerviosa subió a recoger su premio la agente de Policía Local Edurne Cabrero, sorprendida por haber recibido el premio. La policía llegó en 2001 a Grado. Cabrero señaló que fue muy bien recibida por sus compañeros y desde el primer momento se sintió integrada. Y asumió que la lucha por la igualdad debe ir de la mano de los hombres: "sin vuestro apoyo no será posible".

Por último, Mari Canto García Abadía, presidenta de la asociación "Valentín Andrés" y activa en la vida asociativa del concejo, señaló que no era un día para celebrar, sino para reflexionar y pedir los objetivos que persiguen las mujeres. "Cuando te das cuenta de que no tienes las mismas opciones que los hombres, empieza la lucha", aseguró. Y alertó de los innumerables casos de "micromachismos" que sufren las mujeres día a día, como un comentario al pasar por la calle. Una situación que calificó de violencia "evidente".