"Era una persona célebre, jovial, y era capaz de desarrollar 50.000 proyectos en dos semanas". Habla Alberto Suárez Tomé, encargado municipal de Obras del Ayuntamiento de Corvera, municipio donde José Ramón González trabajó hasta su jubilación. Allí desempeñaba labores como delineante en la oficina técnica, donde dejó huella tras su retiro y ahora pena por su fallecimiento. "Era un motor cultural", se oyó comentar a la entrada de la iglesia de San Félix donde se celebró una misa en su honor en la que apenas entraba nadie más. Para recordar a este amante de las habaneras y de la canción coral actuaron dos formaciones: el "Coro de la Bodega" y "Gabiana".

"Era la perseverancia en persona, siempre estaba dispuesto a todo, estaba cargado de ideas", indica el luanquín Cuco Fernández, amigo de González y presidente de la asociación cultural Avante. A su lado, Luis Fernández, dirigente vecinal de Candás, confirma que el fallecimiento del promotor del certamen de Coros de la Bodega "es una gran pérdida" para la villa marinera: "Esperamos que las actividades que emprendió sigan adelante y se continúe con su gran legado".

La alcaldesa, Amelia Fernández, considera que el concejo "perdió a uno de sus mejores valores en el campo cultural y musical". La regidora expresa además que González trataba con cariño cada una de las actividades que promovía. "Tenía tesón y capacidad para ilusionar a muchas personas, será difícil llevar a cabo tanta actividad", destaca.

El funeral reunió a un nutrido grupo de personas a la puerta de la iglesia candasina. A las seis en punto, las voces de uno de los coros "amigos" de González comenzaron a sonar para recordar a una de esas personas que derrochaba vitalidad. Su fallecimiento deja huérfano al festival de sus amores, el certamen de la bodega que se desarrollará entre mayo y junio y para el que José Ramón González deseaba lo mejor para que Candás fuera consideraba la Torrevieja del norte en el mundo coral.