"El Bichu" es "Ferinchi" para los amigos. El jabalí que tiene atemorizados a gran parte de los vecinos de La Fresneda (Siero) cuenta con doble nombre y "Ferinchi" es el que recibe por parte de aquellos que dicen tenerle ya hasta cariño dadas sus frecuentes visitas a la urbanización, donde provoca importantes destrozos.
Si bien al principio se hizo popular como "El Bichu", "Ferinchi" es un nombre que surgió por casualidad entre los primeros vecinos en alertar de los frecuentes paseos nocturnos del animal a escasos metros de varios bloques de viviendas de la zona. "El caso es que se le ha quedado ya para siempre", señalan algunos.
El hecho de dotarle de un nombre es un paso más dentro del grado de familiaridad que algunos consideran que ya tienen con el jabalí. "Yo lo veo muy a menudo y cuando le saludo corre a esconderse el pobre", declara el paseante Enrique Fernández, que, no obstante, es consciente de que la gente pueda llegar a tenerle miedo. "Quién sabe si un día puede atacar a alguien si se lo encuentra de cerca y se asusta", sostiene.
Es por ello que hay personas que están tratando de hacer gestiones para que alguna administración pública, bien la local o la regional, tome cartas en el asunto y aprese al animal o haga algo.
Si bien el Ayuntamiento de Siero ya tiene previsto desbrozar los matorrales cercanos para que el animal se vaya en busca de otro lugar de cobijo, hay quien cree que deben de tomarse otras medidas. "Lo mejor sería que alguien se lo llevara a un lugar más adecuado para su estilo de vida", sugiere Encarnación González.
Otros tratan sin éxito de realizar gestiones a distintos niveles para resolver lo que consideran un problema. "La consejería, la Guardia Civil y otros organismos se pasan la pelota de unos a otros sin abordar el problema de ninguna forma", declara la vecina María José López, que dice llevar un tiempo realizando llamadas a todos los niveles.
"En muchas ocasiones ni me cogen el teléfono", señala a la vez que reconoce su temor a encontrarse a "Ferinchi". "El asunto no me hace ni gota de gracia", comenta la mujer, preocupada especialmente por los mayores que transitan la zona en la que el jabalí suele aparecer desde primera hora de la noche hasta bien entrada la madrugada.
Unas visitas en las que el animal deja su huella, pues sólo hay que darse un paseo por los parques de La Fresneda para comprobar que la mano del jabalí está muy presente. "Está todo destapinado y revuelto", declara Andrés Suárez, otro habitual de los paseos por la zona occidental del parque local, al que acude diariamente con su perro.
Un caso más, el de "Ferinchi", a sumar a los numerosos daños ocasionados por los jabalíes en zonas como el Club de Campo, que se vieron agravados en los últimos meses, según algunos por los efectos de los incendios que afectaron al entorno en diciembre.
