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Revuelta en la Pola contra las multas por vender pitos de caleya o huevos caseros

"No somos ladrones", claman los titulares de los puestos del mercado semanal, que se plantaron en el Consistorio tras el repentino control policial

El concejal César Díaz, a la derecha, dirigiéndose a los vendedores, ayer, en el salón de plenos. L. BLANCO

"Parece que seamos ladrones cuando sólo somos vendedores". Quejas como ésta fueron trasladadas por los titulares de los puestos del mercado semanal de la Pola al concejal de Mercados, César Díaz, durante una reunión improvisada, organizada después de que la Policía Local se plantase en el recinto al aire libre y comenzase a advertir de multas si no cesa la venta de determinados productos en la tradicional cita comercial.

Los vendedores consideran que una aplicación rigurosa de la normativa supondrá un duro golpe para un mercado ya de por sí venido a menos. "Si no se levanta un poco la mano acabarán con uno de los mercados con mayor tirón y tradición de Asturias", señaló el vendedor José Manuel Fuentes, que al igual que muchos de los asistentes lamenta que no se considere como excedente de la huerta productos como los huevos o los pitos de caleya. "Así nos va, que desde que no se come lo de casa todo son cánceres", proclamó una veterana vendedora.

Ante tales quejas, el edil recordó que su deber es velar por que se cumpla la legislación y remarcó que las visitas de los agentes de la Policía Local vienen motivadas, en muchos casos, por denuncias. "Una cosa es levantar la mano y otra que esto parezca un atraco", indicó, gestualización incluida, Díaz, que recordó que en los últimos tiempos ha aumentado el número de vendedores sin licencia, así como de revendedores que compran sus productos en grandes superficies. "Si no se toman medidas esto se desmadra", declaró el concejal.

Unas explicaciones que fueron comprendidas también por los propios afectados, que entonces se mostraron más partidarios de colaborar y encontrar soluciones intermedias. "Debemos de tratar de ser todos más flexibles y evitar llevar esto al extremismo", comentó una productora local de la huerta.

Por otro lado, el concejal recordó que su papel es defender el interés general y no sólo el de una parte. "Los comerciantes también se quejan porque vendéis productos que no os están permitidos", apuntó Díaz, entre protestas de los vendedores, que se sienten desamparados. "Protegen más al jabalí que al campo y así es normal que la gente lo deje", manifestaron.

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