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Colectivos de Lugones y La Fresneda piden la exención de tasas para actos culturales

Las asociaciones denuncian el agravio comparativo respecto a las entidades polesas, que tienen menos gastos al contar con la plaza

Las asociaciones ciudadanas y culturales de Lugones y La Fresneda reclaman al Ayuntamiento de Siero la exención de tasas por ocupación de la vía o espacios públicos para las actividades de carácter cultural o festivo que se organizan fuera de la Pola, donde se localizan los mejores recintos culturales del concejo. Una medida que, entienden, haría factible la realización de más actividades culturales en otros puntos del concejo y que ayudaría a paliar el agravio comparativo que estos colectivos afirman sufrir, ya que deben pagar unos gastos más elevados que en la capital por ciertas actividades.

La problemática de las tasas ha motivado, sin ir más lejos, que la asociación cultural Lugones se Mueve anunciase días atrás la anulación de la edición de este año de la "Prueba popular de la sidra de Lugones". Una actividad que en las tres ediciones que se habían organizado previamente había cosechado un notable éxito de público.

"Las cuentas que manejamos son un pago de entre 300 y 400 euros por las tasas de ocupación de la vía pública para esos tres días, 3.000 euros por la carpa, unos 250 por los baños portátiles, 1.000 euros de luz y otros 400, aproximadamente, de seguridad. Hablamos de 5.000 euros de gastos fijos, que en la Pola se reducirían considerablemente, para la misma actividad, porque tienen la plaza cubierta", explica Christian Álvarez, presidente de Lugones se Mueve.

Para esta actividad concreta, la asociación recibió una subvención, en el año 2015, de 700 euros. "La mitad del dinero que nos dan para hacer la actividad retorna al Ayuntamiento por las tasas de ocupación de la vía pública. No es justo que estemos pagando por ocupar la vía prácticamente lo mismo que por la plaza cubierta, cuando allí el resto de gastos están cubiertos", sostiene Álvarez.

Además, este año el colectivo se ha encontrado con un problema adicional, que es que el retraso en la concesión de las subvenciones ha motivado que aún no hayan ingresado las ayudas que les concedieron para el año 2015. En todo caso, Álvarez considera que el sistema de subvenciones tiene que cambiar para contemplar las dificultades que entraña organizar ciertas actividades, además de reclamar una exención de tasas para aliviar las arcas de las asociaciones. "De seguir así, pocas actividades se van a hacer en Lugones", sentencia.

Purificación Prado, de la asociación de mujeres El Portazu, respalda la postura de Lugones se Mueve y constata que la escasez de espacios públicos en la localidad dificulta la organización de actividades: "Nuestra asociación no puede hacer nada porque no hay sitio. Ahora han inaugurado el hotel de asociaciones, pero eso no nos vale para hacer actividades y lo que nos aporta, que es un sitio para reunirnos, muchas asociaciones ya lo teníamos", afirma.

A su juicio, la exención de tasas podría ser un alivio para los colectivos: "Vería bien que el Ayuntamiento no cobrase esas tasas, porque la carpa ya es un gasto muy elevado de por sí. Es complicado, porque no tenemos un espacio como la plaza de abastos, que es perfecta para hacer eventos", sostiene.

Este problema, en todo caso, no es exclusivo de Lugones, ya que también lo tienen en el resto de localidades sierenses aquellos colectivos que organizan actividades fuera del calendario de las fiestas patronales, cuando las asociaciones de festejos sí tienen exención de tasas. "Cuando instalamos la carpa por las fiestas es cierto que no nos cobran tasas. En todo caso, debería aplicarse a todas las asociaciones, ya que no es lógico que te subvencionen por un lado y te lo cobren por otro", explica Óscar Llamas, de la asociación de vecinos de La Fresneda. Pero este colectivo, que organiza actividades todo el año, tiene que abonar otras tasas: "Cuando hacemos una actividad en el centro social fuera de su horario habitual, un sábado por ejemplo, hay que pagar una tasa. El Ayuntamiento tendría que tener más sensibilidad en estos casos, porque ofrecemos a los ciudadanos unas actividades que ellos no tienen que organizar", afirma.

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