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MARÍA TERESA ÁLVAREZ | Periodista y escritora

"En la Semana Santa de Candás la mujer siempre ha tenido un gran protagonismo"

"Desde las cofradías pretendemos que nuestra actividad sea una realidad y se mantenga durante todo el año"

María Teresa Álvarez. LNE

Pese a que vive a caballo entre Asturias y Madrid, la periodista y escritora María Teresa Álvarez (Candás, 1945) lleva su Candás natal muy dentro, lo que le hace estar muy involucrada en las actividades socioculturales de la villa marinera. La Semana Santa no es una excepción, y Álvarez vivirá la conmemoración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret, en la que participa como cofrade de La Virgen del Rosario, "con la emoción y los recuerdos de cuando era una niña".

-¿Qué significa la Semana Santa para Candás?

-La Pasión de Cristo tiene unas connotaciones especiales en Candás. Además de la significación que tiene para los católicos, aquí tiene algo que trasciende y está muy vinculada al pueblo, ya que es una celebración que nunca dejó de realizarse de manera popular. En épocas en las que los actos estaban limitados al ámbito de la iglesia, Candás, Luarca, Villaviciosa y Avilés en menor medida, fueron los únicos pueblos asturianos que mantuvieron el espíritu popular de la celebración.

-Y en los últimos años parece que ha ganado más fuerza si cabe.

-Tiene mucho que ver la refundación de muchas cofradías que ya existían y la creación de otras nuevas, porque arropan mucho y colaboran en la organización de actos. Desde estas asociaciones pretendemos que nuestra actividad trascienda a la Semana Santa y sea una realidad durante todo el año.

-¿Cómo se consigue?

-Tratamos de innovar. Por ejemplo este año, como grandes novedades, contamos con una nueva revista y con conciertos. Pero también hemos organizado un concurso de relatos cortos, otro de fotografía, montamos un viaje al mes... Y también hemos recuperado tradiciones, como el Vía Crucis en Viernes Santo, que es muy bonito porque participa gente muy joven.

-Precisamente usted escribió las meditaciones que se leerán en el Vía Crucis.

-Siguiendo el ejemplo del Papa, el párroco de Candás me pidió que escribiese unas meditaciones. Debo de ser de de las pocas féminas que escriben meditaciones siendo viuda y laica, pero es que en Candás siempre hemos sido unos adelantados a nuestro tiempo (ríe). Es un acto muy bonito, porque participa mucha gente.

-A lo largo de su trayectoria profesional siempre ha reivindicado el papel de la mujer. ¿Es la Semana Santa un coto privado para hombres?

-Sí es cierto que los pasos son portados por hombres, pero en Candás, la mujer siempre ha tenido un gran protagonismo por mediación de la Virgen del Rosario, ya que es la patrona de los marineros. Evidentemente hay cosas que siempre hicieron los hombres, y yo no me planteo llevar la imagen. También es cierto que la imagen de la Virgen del Rosario siempre la lleva un miembro de la misma familia. Es una tradición que se va pasando de padres a hijos y nunca la han llevado las mujeres, aunque tampoco lo reivindican. Dicho esto, admito que si alguna la quisiera llevar me pelearé porque lo haga, pero no veo la necesidad.

-Actualmente tiene su residencia habitual en Madrid, aunque cada vez se le ve con más frecuencia por Candás. ¿Medita un cambio de domicilio?

-Es cierto que ahora paso la mitad del mes en la capital y la otra aquí, en mi amor, en Candás; pero no lo sé, todo puede ser. Sí es cierto que me lo planteo, pero también me gusta mucho viajar, moverme, mantenerme activa, por lo que todo puede pasar.

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