El alcalde de Siero, Ángel García, ordenó paralizar el Pleno y amenazó con desalojar la casa consistorial debido a las interrupciones de un nutrido grupo de vecinos de Carbayín, que seguía la sesión en la sala anexa al Salón de Plenos. La disputa se fraguó en el debate sobre el reparto de los nuevos fondos mineros. Los vecinos aplaudieron desde la sala anexa las intervenciones de algunos ediles de la oposición, favorables a su pretensión de que los fondos se destinen a las parroquias mineras. En su turno de palabra, el portavoz del Pinsi, Juan Camino, mostró su malestar ante las interrupciones del público, lo que fue rápidamente contestado con gritos y silbidos desde la sala anexa. García paralizó entonces el Pleno y ordenó a la Policía Local que advirtiese al público que, de persistir en su comportamiento, sería desalojado. En los minutos siguientes se vivieron momentos de tensión entre el público, la policía y algunos ediles, singularmente el portavoz de Somos, Javier Pintado, que acudieron a mediar. Restablecido el orden, el Pleno aprobó por una amplia mayoría una moción que, entre sus puntos, contempla dar prioridad a los proyectos de la parroquias mineras.