Noreña busca a su nuevo Bernardo y para ello se encomienda a una figura de finales de los ochenta y principios de los noventa. José Antonio González, más conocido como "Toni Peláez", que fuera estrella de la peña Casa Santos y subcampeón de España en Nava en 1990, toma las riendas de una cantera con la que la peña local aspira a revitalizarse tras la pérdida de varios jugadores importantes.

Peláez heredó su pasión por los bolos de su padre, así como el apellido de su abuela como mote por el que su progenitor también era popularmente conocido. A sus 51 años, lleva desde los 27 apartado de las boleras por motivos de trabajo, pero eso no le impidió dejar tras de sí un importante palmarés. Al subcampeonato absoluto de hace 26 años, tras una final en la que perdió ante el mítico Olegario, hay que añadir títulos en torneos individuales celebrados en Los Tilares o el Centro Asturiano y sonadas victorias ante jugadores tan ilustres como José Luis Bilbao, Chiruca, Isidro o Desiderio.

Ahora, tanto tiempo después, la afición inculcada a su hijo Jairo en la bolera construida en el jardín de su propia casa le llevó a la peña Villa de Noreña y recientemente asumió el reto de aportar sus conocimientos al resto de jóvenes jugadores de la peña. "Me lié, medio me liaron, y aquí estoy ahora", comenta con humor Toni Peláez que, sin embargo, no se anima a dar el paso de volver a jugar. "Lo descarto por tiempo y por problemas en una rodilla", asegura, a la vez que destaca que el hecho de animar a los jóvenes a jugar ya le llena. "Disfruto más con ellos que jugando", afirma.

Actualmente, la cantera noreñense cuenta con ocho jugadores. Nando Naveda, Diego Lastra, Dani, David, Yeray, David II, Ana (la única mujer) y Jairo, la nueva generación de los Peláez, integran una hornada que de momento genera gran entusiasmo a su flamante entrenador. "Los tres más pequeños van a ser muy buenos y los mayores están trabajando para mejorar", indica.

La incorporación del que fuera jugador de las peñas Casa Santos, Centro Asturiano y Electrodomésticos Suárez es especialmente celebrada por el presidente de la peña más laureada de la historia. "Es una ayuda que nos va a venir muy bien porque sacar nuevos jugadores requiere de mucho trabajo", señala Emilio Alperi, que lleva al frente de Villa de Noreña desde su gestación a finales de los años noventa.

El máximo directivo se muestra optimista y asegura que varios de los jugadores "demuestran muy buenas maneras" y considera que con esfuerzo se convertirán en grandes cuatreadores. "Si no pierden la afición, tienen muchas posibilidades de triunfar", indica Alperi, que trata de incentivar la captación de nuevas generaciones de roscadores con iniciativas vinculadas a los centros educativos. "Hace escasas fechas vinieron los niños del colegio de las monjas a una visita y desde entonces tuvimos un par de incorporaciones", declara Alperi, que durante sus años al frente de Villa de Noreña acumula ocho títulos regionales absolutos en la última década. Triunfos a los que hay que sumar una trayectoria formativa que tuvo como resultado jugadores de la talla de Berto Faya, Alejandro Nuño, David Menéndez, Jairo Ramis o los hermanos Luis y Nacho Bedia, entre otros muchos.