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Piedras de ida y vuelta en la playa de Aguilar

Los cantos que acumula el arenal de Muros de Nalón desaparecerán con las mareas de la primavera, señalan los expertos

Piedras de ida y vuelta en la playa de Aguilar

No es un pedrero, pero la estampa sí llama la atención en una playa que ha destacado siempre por su fina arena. La playa de Aguilar, en Muros de Nalón, ha recibido la primavera con una acumulación destacada de piedras junto al muro. Además, ha aparecido una especie de cordillera de rocas, bastante larga, en el lateral derecho, que llama la atención en marea baja, y las rampas de acceso están completamente en el aire debido a la pérdida de arena durante este invierno.

La situación, que no ha pasado desapercibida para los bañistas -fueron muchos los que por allí pasaron durante la reciente Semana Santa-, no es nueva, ya que el año pasado sucedió lo mismo y a mediados de la temporada estival la popular playa -cuya ubicación en la costa central asturiana, entre Muros y Cudillero, la hace ser una de las que más afluencia recibe de Asturias- ya había prácticamente recuperado la arena.

Con todo, los habituales de Aguilar no ocultan su temor a que la continua pérdida de arena acabe por dañar la playa. Un miedo al que, en principio, no le pondrán solución. El Ayuntamiento no tiene prevista ninguna actuación en la zona para retirar los cantos o cubrirlos con arena, por su inefectividad. "Otros años hicimos cosinas por allí pero fue tiempo perdido porque la mar, con su gran sabiduría, entra, sale y hace lo que le parece oportuno", explica la alcaldesa de Muros de Nalón, la socialista Carmen Arango.

Asimismo, la regidora puntualiza que la cantidad de piedras acumuladas en el arenal murense no es tan grave como en años anteriores y confía en que la playa esté en perfectas condiciones para recibir a los bañistas durante el verano.

Lo cierto es que la acumulación de piedras en Aguilar se trata de un tema cíclico, indica Germán Flor, geólogo de la Universidad de Oviedo, por lo que sólo hará falta esperar la acción de la naturaleza. Según explica, los cantos se encuentran enterrados bajo la arena en las partes altas de la playa y con los temporales invernales quedan expuestos. "Cuando venga el buen tiempo lo cubrirá otra vez con arena, que tiene menor densidad, y las piedras se irán a la zona sumergida para que la playa vuelva a recuperar la arena, aunque en los veranos no hay problema de asiento", detalla.

Si bien, Flor destaca que en los últimos años han advertido de que éste es un proceso más frecuente "a consecuencia de temporales más intensos y continuados". Una situación que también sufren otros conocidos arenales asturianos como Toró y Buelna, en Llanes, o Arnao, en Castrillón.

Así es que los bañistas habituales de Aguilar y los turistas que disfrutan de sus parajes y buen baño en verano no tendrán problemas para encontrar un sitio donde apostarse y clavar la sombrilla. Las piedras que hoy forman una gran cordillera en el arenal murense desaparecerán con las mareas de los próximos meses. La primavera dejará Aguilar niquelado.

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