La asociación "Memoria y dignidad de Grado" descubrió ayer el nuevo nombre con el que se conoce a la plaza moscona del Cortijo, Parque de la Memoria Histórica. Una acción con la que se busca potenciar la escultura que Fernando Alba mantiene en esta plaza, en memoria de las víctimas del franquismo que permanecen enterradas en las catorce fosas identificadas en Grado.

Es, además, una "universalización del recuerdo y el homenaje a las víctimas del franquismo", según apuntó el presidente del colectivo, Alfredo Huerta, en referencia a "las 150.000 víctimas que permanecen enterradas en las fosas y que aún no han sido exhumadas".

Un buen número de personas se acercaron hasta esta céntrica plaza para presenciar el acto, en el que participaron con sus intervenciones el propio Huerta, el alcalde de Grado, José Luis Trabanco, y el edil de la ciudad de Oviedo, Roberto Sánchez Ramos "Rivi", natural del concejo moscón. "Ha sido un acto entrañable, muy emotivo, que ha dejado a la gente muy contenta", señaló Alfredo Huerta. La música y el colorido lo puso la banda de gaitas Ciudad de Oviedo.

El acto sirvió, además, para descubrir una placa en la que se reconoce el trabajo de todos los que hicieron posible que la escultura de Alba haya podido situarse en este parque. El anterior nombre de este espacio público. "El Cortijo", se sigue aplicando a un callejón en las inmediaciones.