El alcalde de Siero, el socialista Ángel García, firmó ayer un decreto por el cual se incluyen los huevos de casa dentro del concepto de productos agrícolas excedentes, con el objetivo de acabar con las dudas de los servicios municipales sobre la legalidad de la comercialización de este producto en el mercado semanal. García trata además de atajar el descontento generalizado provocado por los controles llevados a cabo en las últimas semanas por la Policía Local.

El propio Consistorio admite que las dudas respecto a la posibilidad de vender o no huevos caseros fueron generadas por el alcance del concepto de productos agrícolas excedentes. Un tema que el propio equipo de gobierno asegura que deberá ser resuelto con una actualización de la normativa municipal, pero que de momento pretende subsanar a la mayor brevedad posible con este decreto que busca "preservar el concepto de venta tradicional de la plaza de abastos".

Una decisión que se basa en las facultades que reconoce la ordenanza municipal de venta ambulante para que la administración local pueda autorizar la venta de "productos agrícolas excedentes", que según indica la ordenanza fiscal nº 8 no está sujeta a licencia cuando "se concurra con productos alimenticios o artesanales de propia producción", con la exigencia de ser de Siero.

Del mismo modo, el decreto de Alcaldía se fundamenta, previa consulta a la consejería de Sanidad, en un Real Decreto de 2006 en el que indica que "la autoridad competente podrá autorizar el suministro directo por parte del productor de pequeñas cantidades de productos primarios al consumidor final. A ello añade el respaldo de un reglamento europeo que establece como requisito que la producción no supere las 50 gallinas y en el punto de venta se refleje el nombre y la dirección del productor.

De esta manera, el Ayuntamiento de Siero autoriza a partir de ahora la venta de huevos de casa siempre y cuando los vendedores indiquen en su puesto su nombre y dirección, mientras que queda totalmente excluida la posibilidad de que estos sean objeto de reventa alguna. Todo ello, advierten, sin perjuicio de que las autoridades competentes en materia higiénico-sanitaria puedan realizar sus controles.

Una medida con la que se espera zanjar una polémica iniciada el 15 de marzo cuando la Policía Local advirtió de posibles multas si no se retiraban de la venta productos como los propios huevos de casa o la manteca.