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El blanco, color que une en Cabranes

"Está mejor clara; antes parecía una caja de muerto", dicen los vecinos de Santolaya de la nueva pintura de la residencia, elegida en consulta popular

Los operarios, pintando la fachada de la residencia de Santolaya de Cabranes de blanco roto. MARIOLA MENÉNDEZ

La opinión de los cabraneses cuenta. Se quejaron de que el edificio de la residencia de Santolaya y centro de día luciera el negro lúgubre de su fachada y pidieron un color más claro. Su alcalde, Gerardo Fabián, tomó nota, convocó una consulta popular y ahora ya están pintando -en la primera planta- con el color que ha salido a pedir de boca: un blanco roto. "Se mantiene el negro en la zona de abajo para que haya armonía con el zócalo y las partes de pizarra", explica Fabián.

Los operarios del taller de empleo "Actívate" están con las brochas en la mano para dar más luz a la fachada con un blanco roto que ahora satisface a la mayoría. La previsión es que los trabajos finalicen en los próximos días, si el tiempo lo permite. No obstante, fue difícil llegar a un acuerdo sobre el color definitivo porque ya lo dice la sabiduría popular: "sobre gustos no hay nada escrito".

El blanco roto está convenciendo a muchos. Mercedes Rivero, que tiene a su madre en el centro, lo tiene claro: "Está mejor así". Sostiene que antes "estaba muy oscuro" y a ella, como maliayesa que es, le recordaba al juzgado de la Villa. "Ahora está mucho mejor". Tiene a su madre en el centro de día porque en Villaviciosa carecen de estas instalaciones, muy demandadas en la capital.

Rocío Rodríguez Velasco, se pronuncia en el mismo sentido mientras pasea por Santolaya. "Está mejor de claro que de oscuro", indica, a la vez que añade, que "la gente decía que parecía una caja de muerto. Ahora está más alegre", defiende. Laura Barrial apunta, mientras desbroza la cuneta de la calle principal de Santolaya, que está mejor que antes. "Me gusta ese color porque hasta ahora estaba demasiado oscuro". Así que al final, el centro de día y residencia sí estará al gusto de todos. O, al menos, de la mayoría, que para eso ha habido una consulta popular mediante unas votaciones improvisadas para dar con el gusto de la mayor parte de los cabraneses.

El negro de antes era "demasiado lúgubre" y la "gente, mayoritariamente no quería ese color", reconoce Álvaro García, monitor del taller de formación y empleo "Actívate". Añade que "todo el mundo quería un color claro, la mayoría se decantaba por el blanco, bien tirando a ocre o a gris". Así que ocho alumnos del taller, dirigidos por un taller y un mentor se han puesto manos a la obra para que la fachada del edificio tenga más luz. Finalmente decidieron mantener el negro en la parte inferior para que no armonice mejor con el conjunto. Y parece que el éxito está asegurado.

La consulta popular no sólo ha logrado cambiar el aspecto de la residencia de mayores, sino que también ha tenido que ver en la retirada del sistema de bambú de las ventanas, que también será retirado.

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