"Lo primero que pensamos al ver el humo fue en el incendio de Oviedo", relató ayer por la mañana Manuel Rodríguez aún con el susto en el cuerpo. Él fue uno de los 45 vecinos que tuvieron que ser desalojados de sus casas de madrugada por las llamas originadas en pleno centro de El Berrón. Hacia la una de la madrugada se detectó el fuego y los inquilinos del número cuatro de la calle Picu Urriellu, alertados por la policía, comenzaron a desalojar el edificio, mientras los bomberos se afanaban por domeñar las llamas que amenazaban la calle desde el cuarto del gas del Hogar del Jubilado de El Berrón.

No sólo Manuel Rodríguez, sino gran parte de los afectados no pudieron evitar acordarse del dramático incendio del pasado día 7 en Oviedo, en cuyas labores de extinción falleció un bombero sierense. En El Berrón, ayer, por fortuna, no hubo pérdidas humanas que lamentar y los daños materiales fueron más bien pocos, centrados en el cuarto del gas del Hogar de Jubilados y en un par de puertas, que fueron forzadas por los bomberos para acceder al interior.

"Cuando te llaman de madrugada para decirte que hay un incendio, es angustioso. Pero por suerte quedó todo en un susto", señaló Manuel Iglesias, presidente del Hogar. Este desenlace, no obstante, sólo se logró merced a la rápida intervención de los bomberos, alertados por un vecino que vio elevarse el humo a través de la ventana.

"Nos despertó un timbrazo. Estábamos en la cama y mi hija fue a preguntar quién era. Había mucha confusión, pero finalmente el vecino de al lado nos picó a la puerta y nos avisó de que estaban desalojando", relata Alejandra Delicio.

El desalojo fue rápido, merced a la intervención de la Policía Nacional y la Policía Local, y a la solidaridad de los propios vecinos. Hacia la una y cuarto de la madrugada ya estaban todos en la calle, y los bomberos atacaban el fuego con decisión. Según el relato de los vecinos, no llegaron a ver las llamas: sólo ese humo profundo que emergía del cuarto del gas.

"Estaba la calle llena de bomberos, había lo menos cinco vehículos", precisa Manuel Rodríguez. "Creo que, después de lo de Oviedo, no quisieron correr riesgos, porque la intervención fue espectacular. Casi exagerada", añade Vladimiro Fernández. La intervención de los bomberos se alargó durante hora y media, aunque los vecinos pudieron retornar antes a sus casas. Algunos no lograron conciliar el sueño.