El sueño de un Siero accesible para los ciclistas está un poco más cerca. Ochenta niños del colegio Santa Bárbara de Lugones, acompañados por un buen número de padres y guiados por el exciclista profesional Chechu Rubiera, curtido en mil batallas en el Tour de Francia, fueron ayer en bicicleta al colegio. Una iniciativa enmarcada en la celebración del día mundial de la bicicleta y que, a tenor de la respuesta de los chavales, tendrá continuidad si llega el día en el que el concejo cuente con vías adaptadas para los ciclistas.

El propio Chechu Rubiera había revelado el pasado fin de semana, durante la presentación de la feria BiciSpace, su ilusión porque algún día los niños pudiesen ir al colegio en bicicleta. Un sueño que el exciclista profesional considera realizable en unos pocos años y que, según el relato de los participantes, es compartido por muchos.

"Me gustaría venir todos los días a clase en bici", confirmaba Daniel González, de once años, nada más poner pie en el colegio. El grupo había completado el recorrido entre la estación de ferrocarril de Lugones y el colegio, atravesando la gran zona verde de La Acebera, en poco más de veinte minutos. Un recorrido no excesivamente duro, más que en su tramo inicial (en el que los participantes tuvieron que subir por la empinada pasarela del ferrocarril) y por la singularidad de las sendas sin asfaltar del parque de La Acebera.

Pese al esfuerzo, Daniel González no daba síntomas de cansancio: "La rampa al principio costó un poco, pero se sube. Creo que nos va a costar más la vuelta, la subida de la cuesta desde el colegio hasta La Acebera", precisaba el niño.

Otros compañeros, menos habituados que Daniel González a andar en bici, habían sufrido más con el trazado. "Las cuestas eran duras, sobre todo la rampa del principio. Creo que tengo que hacer más deporte", afirmaba Sheila Barrientos, de nueve años. La niña también se muestra proclive a desplazarse en bicicleta hasta "El Resbalón", como se conoce la zona en la que está enclavado el colegio Santa Bárbara y, por extensión, el propio centro educativo. "Sí que usaría la bici para venir al colegio, aunque quizás no todos los días. Podría venir tres días a la semana", afirma la menor, que iba acompañada de su abuela.

Otra alumna, Aitana Medina, de once años, ya conocía el recorrido, por haberlo hecho con sus mayores. "Andamos bastante en bici, y ya vinimos al cole alguna vez", explica. Este conocimiento, no obstante, no le privó del esfuerzo: "El principio sí que cuesta, la rampa es muy dura. Pero luego está bien", afirma.

Entre los adultos que acompañaron a los alumnos del Santa Bárbara estaba además el alcalde de Siero, el socialista Ángel García, y los ediles Javier Pintado (Somos) y Sergio García (Ciudadanos), quienes aparcaron por un día sus diferencias para apoyar en común una iniciativa en la que han colaborado el Ayuntamiento, el Patronato Deportivo Municipal (PDM) y el centro educativo, y que todos consideran muy positiva.

Para culminar la jornada, Chechu Rubiera impartió sucesivas charlas, hasta seis, a los alumnos de los distintos cursos. Les habló de seguridad, pero también les dio nociones de mecánica y de otras cuestiones vinculadas a la práctica del ciclismo. Y al final, los rapaces no querían otra cosa que volver a subirse a la bici para retornar a sus casas, completada ya su jornada escolar.