Hay personas que donde ponen el ojo ven el negocio. Es el caso de Manuel Heres, vecino de Lugones que hoy cumple 81 años y que a su espíritu emprendedor añadió una total dedicación que fue la clave del éxito en todas y cada una de las diversas aventuras profesionales que encaró desde que apenas era un adolescente.

Heres nació en Cayés, localidad del vecino concejo de Llanera, pero con apenas seis años se trasladó a Lugones de la mano de sus padres y desde entonces no se volvió a mover de la localidad sierense. Hasta hoy, cuando disfruta de la jubilación atendiendo sus numerosas plantas y plantando cara a los achaques de la edad.

A los 16 años, y con el titulo de perito mercantil bajo el brazo, comenzó a trabajar en una conocida empresa eléctrica radicada en Oviedo, en la que ya destacó por su buen hacer. No obstante, vio que tenía unas grandes aptitudes para la venta y eso hizo que la empresa González Vías de vino Jerez le reclutase para ganar mercado en el extrarradio de Oviedo. "Me nombraron delegado de toda Asturias y en diez años multiplicamos las ventas por siete", recuerda sobre una profesión que dejó a los 29 para evitar el exceso de alcohol que suponía visitar tanto bar.

Fue entonces cuando fue fichado por la empresa Corcho e Hijos de cocinas y empujado por su buen hacer y el "boom" de las cocinas de gas se labró una gran fama de comercial, hasta que a mediados de los setenta decidió iniciar camino propio.

Vio en la llegada de la televisión una gran oportunidad para hacer negocios con las mesas para esos electrodomésticos y cuando esto decayó se lanzó de lleno a los muebles de cocina. "Estuve 30 años en los que llegué a vender 3.000 cocinas en doce meses", cuenta acerca de un negocio que dio trabajo a decenas de personas hasta la llegada de la crisis. Ahora, este hombre que fue también presidente de la sociedad hípica local y colaboró toda su vida con numerosos colectivos espera ansioso la recuperación de la construcción para que su familia pueda reactivar su empresa.