La segunda edición del Mercado Playmobil de Pola de Siero consiguió este fin de semana mejorar lo que parecía inmejorable, pues si el año pasado la organización situó en unos 50.000 el número de los visitantes, este año todo apunta a que esas cifras se vieron superadas, a pesar de no contar con unos datos oficiales concretos.

Fuentes municipales calculan que en los momentos de mayor afluencia, que fueron las tardes tanto del sábado como del domingo, se congregaron en la plaza cubierta más de 4.000 personas. Ello, unido a la continua rotación de visitantes, lleva a unos datos que consolidan este evento como el más visitado del año de los muchos que se organizan en el céntrico recinto.

El secreto de esta exitosa iniciativa puesta en marcha el año pasado radica en que se trata de la única cita monográfica de la región sobre una afición que cada vez tiene más adeptos en todo el mundo. Los propios coleccionistas y vendedores coinciden en que el hecho de triplicar el número de expositores respecto al año pasado contribuyó a "un salto de calidad" de la cita de manera decisiva. "Al haber más oferta se atrae más gente, aunque los que repetimos este año vendamos un poco menos por la competencia", explica el catalán Albert Padró, que achaca la gran mayoría de las ventas al elevado número de público infantil.

El madrileño Arturo Ramos por su parte, aseguró que el mercado cumplió las expectativas generadas y reconoció un buen ritmo de ventas. "Los piratas y los dragones están teniendo un gran éxito entre los niños, que siempre buscan algo llamativo", señala el vendedor que, no obstante, también admite haber atendido a varios coleccionistas que buscan piezas concretas.

Otros, como el gijonés Omar Rincón, buscan en la originalidad un valor añadido a sus productos. "Además de lo habitual vendo customizados, pues la gente está dispuesta a pagar un buen precio al ser piezas más únicas", comenta mientras muestra un vistoso barco pirata con su tripulación customizada a bordo.

De todos modos, no sólo de lo comercial vive el hombre ni la cita polesa, pues en el recinto también triunfaron los dioramas que acapararon la atención de muchos visitantes. Es el caso de la maqueta de Pedro González, joven de 14 años de Argüelles, que a pesar de su corta edad calcula poseer unas 2.000 piezas de Playmobil, de las cuales expuso una parte estos días en la plaza. "Estos días aprovecho para comprar bastante", comenta el joven, que heredó la pasión de su tío José Manuel Berdayes.

Por otra parte, los talleres infantiles, cuyas plazas fueron cubiertas en su totalidad, así como el "photo call" de "clicks" fueron otros atractivos que causaron furor tanto entre los niños como entre unos adultos que en muchos casos se sacudieron décadas de encima presenciando los que en su día fueron sus juguetes favoritos.